Sin apartarse de su planteamiento, que pasa por no entrar en confrontación con el alcalde, aunque consideran que algunas de sus decisiones son una "autentica provocación", el grupo de ediles críticos -cuatro de los cinco, Susana Bayo, Alfonso Vilachá, María Devesa y Mónica Vázquez-, con responsabilidades en el gobierno, siguen a día de hoy con la suspensión cautelar de militancia, por lo que no pertenecen al partido.

La delegación de competencias de Limpieza, antes de Rodríguez Penín, al portavoz del grupo socialista, Vázquez Barquero, es para los ediles críticos una muestra más de que el alcalde no tiene interés en que se resuelva la situación en la que se encuentra el grupo.

Es por eso que seguirán en la misma línea de no asistir a las reuniones del grupo, por entender que no es obligatoria, y advierten que en estos momentos lo que realmente "daña" al partido son las imputaciones judiciales, así como otras cuestiones que tiene como protagonistas el alcalde y los que denominan superconcejales, en alusión a Vázquez Barquero y Áurea Soto.