La provincia vivió ayer un domingo reivindicativo en dos focos bien distintos. El primero de ellos en Punxín, donde la asamblea vecinal, celebrada por la tarde, acordó mantener el encierro que iniciado el pasado viernes en la casa consistorial y con el que exigen al gobierno local que rebaje el precio del agua. La segunda asamblea de vecinos tenía lugar en Nogueira de Ramuín, corazón de la Ribeira Sacra, donde la plataforma vecinal contraria al actual trazado de la autovía A-76 aprobó en asamblea sus estatutos y acordó pedir ayuda al presidente provincial, Manuel Baltar, para que los servicios de ingeniería de la Diputación presenten un posible trazado alternativo al ministerio.

Los vecinos de Punxín mantienen un pulso con su ayuntamiento desde hace tres años, cuando se triplicó el precio del agua tras la adjudicación, por el entonces gobierno local socialista, del servicio del agua a una empresa implicada luego en la Operación Pokemon y cuya labor costaba unos 120.000 euros anuales al Concello, un tercio de su presupuesto.

Ahora, con un gobierno del PP, la situación no mejora. La nueva adjudicación realizada ronda aún los 100.000 euros al año y se ha concedido a empresas y gestores vinculados a cargos populares, afirman los vecinos, por lo que sigue costando el doble de lo que, según los informes elaborados por los técnicos, debería costar la gestión del agua en el ayuntamiento.

Por este motivo la asamblea vecinal celebrada a primera hora de la tarde de ayer en Punxín, con la participación de más de un centenar de vecinos que emitieron su voto a mano alzada, decidió continuar con el encierro en el consistorio "hasta conseguir que se desplace hasta Punxín un interlocutor válido para retomar el diálogo con el actual alcalde, dado que él se niega a revisar la concesión y mantiene que costará más de 98.000 euros al año", explica Joaquín Moldes, uno de los portavoces de la comisión del agua constituida por los vecinos.

Afirman que otros concellos similares como el de Cenlle, con una población como la de Punxín -algo más de 770 habitantes-, gastan la mitad en su servicio de aguas y saneamiento, por lo que la protesta no encierra solo una crítica al precio del agua y de otros servicios que también se triplicaron, sino al destino real de parte del dinero que, antes con el PSOE y ahora con el PP, sospechan que sirve para pagar supuestas deudas políticas o personales.

En la asamblea de ayer, los vecinos acordaron hacer un calendario rotatorio para los retenes diurnos y nocturnos en el concello. "Lamentablemente hay vecinos muy mayores o enfermos y no podemos cargar el peso de esta movilización en personas de avanzada edad, como la vecina de 88 años que estuvo ayer aquí durante horas", afirma Joaquín Moldes.

Este "interlocutor válido" que ellos reclaman "podría ser perfectamente el delegado de la Xunta en Ourense, Rogelio Martínez, aunque él alegó que tenía ocupado su calendario oficial este fin de semana", explican. Sí han conseguido el apoyo de decenas de colectivos vecinales, entre ellos la federación de asociaciones de vecinos de Ourense Limiar, la Agrupación Vecinal Miño y la asociación de O Carballiño, entre otros.

El Concello de Punxín tiene un presupuesto anual de 435.000 euros y el servicio del agua, tristemente famoso por las continuas quejas de los vecinos, requiere una cuarta parte. Los vecinos recabaron además copiosa documentación durante años que pusieron en manos de la juez de Lara, quien inició entonces el supuesto vínculo de Aquagest con la Pokemon. La concesionaria dejó voluntariamente la plaza pese a que tenía concedida una adjudicación por 25 años y solo había cumplido dos.