El portavoz de la Comisión de Sanidad en el Parlamento de Galicia, Miguel Ángel Santalices, defiende el área compartida hospitalaria de esta provincia con Vigo -proceso culminado el día 1 de este mes-, al entender que el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) se puede convertir en el centro de referencia para algunas especialidades. Y a mayores destaca que la nueva Lei de Garantías, aprobada a finales de 2013, permite la elección de hospital, en el conjunto de Galicia, "para los procesos nuevos de salud", además de la libre elección de médico, de personal de enfermería y la segunda opinión médica.

Miguel Ángel Santalices señala que el PP ourensano "no tiene ningún inconveniente en que Vigo se convierta en el centro de referencia de la provincia de Ourense para supraespecialidades", al ser conscientes de que hay determinadas dolencias que tendrán que seguirse tratando fuera. "Tampoco tenemos inconveniente en hacer un área compartida con Vigo", como se ha hecho ya en algunas especialidades. "Pero sí tenemos inconveniente si esto no es recíproco", dentro del área compartida, "porque hay la misma distancia de Ourense a Vigo que de Vigo a Ourense". Por lo tanto, sostiene que "lo mismo que se pueden desplazar pacientes de Ourense a Vigo por una determinada patología, no pasaría nada si nuestros profesionales, que tienen una formación tan buena como los de Vigo, deciden dar el paso de instaurar en Ourense técnicas de referencia". Por lo tanto, anima a los especialistas del CHUO a que las pidan.

De todas formas, Santalices propone que en lugar de trasladarse los enfermos, deberían trasladarse especialistas de Ourense a Vigo y de Vigo a Ourense para atender a las personas afectadas. "Habrá casos en los que no se pueda hacer, pero esta medida sería positiva", subraya.

El diputado del PP por Ourense y portavoz de la comisión de Sanidad le encuentra ventajas a que "Vigo se apoye en nosotros", al interpretar que "va a ser enriquecedor para la ciudad olívica y va a ser enriquecedor para nosotros", porque mediante la unión de ambas zonas "se podrán poner en marcha algunos nuevos servicios de referencia". Y contempla como oportunidades, el Hospital Álvaro Cunqueiro que se está construyendo en Vigo y la reforma del CHOU en esta ciudad.

Miguel Ángel Santalices anima a que, dentro del área compartida con Vigo, se pueda montar en Ourense algún servicio de referencia -además de las técnicas de referencia-, "es cuestión de que se pongan de acuerdo los profesionales de Vigo y de Ourense". Esta provincia, según el criterio del portavoz de la comisión de Sanidad, "también puede ganar alguna referencia", debido a que hay población que le queda más cerca venir a Ourense que al centro al que los están desplazando en la actualidad, como Monforte de Lemos.

La puesta en marcha de tres regiones sanitarias, con la posibilidad de que los pacientes puedan elegir el hospital en el que desean ser tratados, "va a generar una sana competitividad, que va a favor de la asistencia sanitaria de los ourensanos", según el criterio de Miguel Ángel Santalices. Por lo tanto, sostiene que los pacientes de la provincia de Ourense se encuentran en "una situación privilegiada".

La reorganización sanitaria de Galicia contempla tres regiones sanitarias (para la derivación de los pacientes más complejos): la región norte, con 1.072.000 habitantes de A Coruña, Ferrol y Lugo; la región centro, con 755.000, de Santiago y la ciudad de Pontevedra; y la región sur, con 922.000, de Vigo y la provincia de Ourense.

Los cambios obedecen a "la necesidad de reequilibrar el número de pacientes" de cada zona. Por lo tanto, los pacientes de Pontevedra y O Salnés, que antes se derivaban a Vigo, irán a Santiago. La provincia de Ourense ahora tiene a Vigo como único centro de referencia, para el tratamiento de los pacientes más complejos, frente a lo que ocurría hasta ahora, que "tenía unos centros de referencia para unas cosas y otros para otras".

El portavoz de la comisión de Sanidad destaca que la Lei de Garantías permite a los pacientes escoger el hospital en el que desea ser tratado, dentro de la red pública gallega o en un centro concertado, cuando el tiempo de espera es demasiado prolongado. La Lei de Garantías establece que nadie puede esperar en Galicia más de 60 días para una intervención quirúrgica ni más de 45 días para una consulta o para una prueba diagnóstica.