La mayor nevada de este invierno sembró de blanco ayer las zonas de montaña de Ourense y afectó a la actividad ordinaria de veintiséis centros educativos de toda la provincia: 16 ubicados en municipios de alta montaña, nueve del sur ourensano y uno en la zona oriental.

Un total de 603 alumnos, según los datos de la Consellería de Educación, se quedaron sin clase ayer por las complicaciones del mal tiempo en el servicio del transporte escolar por carretera. En cuatro centros -Carballeda de Valdeorras, A Veiga, Montederramo y en Calvos de Randín-, además, las clases tuvieron que ser suspendidas.

Contando a los escolares de Lugo, el número de afectados se acercó al millar. Meteogalicia mantiene para hoy la alerta amarilla en las cotas más elevadas de Ourense, a partir de 1.000 metros. La agencia autonómica vaticina que se acumularán más de cinco centímetros de capa de nieve en algunos lugares de montaña. Las precipitaciones y el mal tiempo no provocaron ayer incidencias reseñables en la circulación de la red provincial de carreteras, según aseguraba a mitad de la mañana la Guardia Civil.

No obstante, la caída de nieve complicó la circulación, especialmente a primera hora, a lo largo de la carretera OU-536, que conecta la ciudad con la comarca de Trives, así como en el límite provincial entre Verín y el Padornelo por la nacional N-525 y la autovía de As Rías Baixas, la A-52. Los usuarios tuvieron que extremar las precauciones en la N-540 entre Ourense y Celanova. La cota estimada en unos 800 metros fue menor. En una jornada marcada por la incidencia de una masa de aire frío entrando desde el Atlántico Norte, las precipitaciones consolidaron copos de nieve a menos de veinte kilómetros de la ciudad de Ourense, en el municipio de Esgos.