El nuevo concurso público para privatizar los servicios de mantenimiento, seguridad y limpieza del Complejo Hospitalario de Ourense, ha disparado los emolumentos para la empresa concesionaria hasta un máximo de 220 millones, y para un tiempo tope de concesión de 15 años, frente a los 150 años de la concesión inicial. Se trata de conseguir candidatos, para gestionar el macro complejo, tras quedar desierta la primera convocatoria y el posterior proyecto negociado.

Pero esta nueva convocatoria, que incrementa de 150 a 225 millones de euros el precio de la adjudicación, deja más lejos aún la posibilidad de concurrir a las pequeñas y medianas empresas de limpieza, que son el cien por cien en Galicia, por lo que la Asociación Provincial de Empresarios de Limpieza de Edificios y Locales de Pontevedra, AELPO, ha interpuesto ayer un nuevo recurso especial en materia de contratación contra la Gerencia de Gestión Integrada de Ourense, Verín y Valdeorras "por vulnerar nuevamente la Ley de Contratos del Sector Público y perjudicar a las pymes". Por eso piden una adjudicación por lotes.

Es la segunda en el mismo día, pues tras tener conocimiento del nuevo concurso para el mantenimiento del CHUO publicado en el Diario Oficial de Galicia el 31 de diciembre de 2013, la Asociación Mantemento CHUO integrada por trabajadores del complejo ha presentado un recurso por el mismo motivo.

Un adjudicación difícil

La privatización de estas tres grandes áreas de gestión del CHUO que ya están adjudicadas hasta ahora a otras firmas privadas, pero separadamente, está resultado más complejo de lo inicialmente previsto por el SERGAS pues, pese al formidable presupuesto que se juegan. Pesa en contra que la futura concesionaria está obligada a invertir 14 millones de euros, para autofinanciar obras en el CHUO.

Pero ya en el primer proceso se produjeron los primeros recursos de los que se consideran víctimas "colaterales" de esta macro adjudicación, y AELPO una asociación de empresas de limpieza de Pontevedra que representa a 5.000 trabajadores.

El problema es que el cien por cien de las empresas de limpieza de Galicia, son pymes incapaces, de participar en un concurso que considera que veta a estas pequeñas y medianas empresas.