La Xunta está a punto de iniciar las obras de restauración de la capilla de San Juan, en la que recuperará el pozo de agua de la catedral, del que hasta hace medio siglo se sacaba el agua para realizar los bautizos, rellenar los floreros y acometer labores de limpieza, además de abastecer la casa del sacristán, que durante siglos ha residido en la basílica por razones de seguridad.

A pesar de que el motor ha dejado de funcionar hace algunos años, todavía se puede extraer agua del pozo mediante el método tradicional, con un cubo atado a una cuerda, aunque hace años que no se analiza y temen que en la actualidad no sea potable, por posibles filtraciones de las tuberías de edificaciones colindantes.

La actuación contempla la renovación de la cubierta, para solucionar un problema de humedades, la restauración de una vidriera del siglo XVI, de un retablo, del pavimento y se colocará una tapa de vidrio sobre el pozo para que se pueda contemplar su interior, como elemento singular de la catedral.

A pesar de que las obras de la primera fase de restauración del Pórtico del Paraíso han concluido, todavía queda pendiente la recuperación del 15% de la superficie y de las pinturas que hay en la parte izquierda, que han quedado pendientes para solucionar antes el problema de filtraciones que hay en esa zona desde la cubierta para que no arruine el trabajo realizado.

La Xunta elabora otro proyecto para solucionar el problema de entrada de agua en el deambulatorio, donde hay gran cantidad de filtraciones.