Los investigadores del campus de Ourense descubrieron ayer sus cartas en las primeras jornadas de difusión que organizaron la Diputación y el Vicerrectorado para dar a conocer la actividad que se desarrolla en este campus, intensa y productiva, pero que no suele llegar a la sociedad.

Durante toda la tarde, once de los proyectos más recientes desfilaron por el salón de actos del Centro de Desenvolvemento da Fundación Novacaixagalicia, donde se habló del perfil clínico del penado por delitos contra la seguridad vial, del estudio sobre la necrópolis de Barxacova en Parada de Sil, o de los vínculos del turismo sénior con el sector termal en la provincia. Todos estos proyectos se financiaron en 2011 y 2012 con ayudas procedentes de la Vicerrectoría y de la Diputación a través del programa INOU.

La decana de Historia, Beatriz Comendador, y Breogán Nieto relataron el trabajo arqueológico en Barxacova y el docente Julio Prada presentó su estudio sobre la sociabilidad en los balnearios de Ourense desde Restauración y que pone en evidencia que las relaciones sociales en estos centros, antes exclusivas de las clases altas, se han popularizado en la actualidad como consecuencia del proceso de democratización del ocio que se produce en Estado español desde principios de los 60.

Trinidad Domínguez destacó las oportunidades que puede generar el sector termal en la provincia enfocado a los mayores, y José María Faílde expuso el perfil de los penados por delitos contra la seguridad vial: un hombre sin pareja, de 37,8 años, con estudios primarios no necesariamente completos, con una conducción agresiva y en un 67% de los casos adicto al alcohol.

Olalla Nieto, Laura Vázquez y María Fernández investigaron sobre las reacciones catalizadas por oro, la capacidad competitiva de las destilerías ourensanas y la predicción del riesgo de infección en los viñedos del Ribeiro, respectivamente. En el ámbito tecnológico, José Manuel Sorribes se centró en aplicaciones de promoción turística para móviles; Anxo Barreiro elaboró un mapa de inundaciones y zonas de riesgo; Arturo Méndez investigó el suicidio y la frecuencia cardíaca; y David Olivieri las vacunas de epítopos para la ganadería.