El Valedor do Pobo en funciones, José Julio Fernández Rodríguez, ha abierto una queja de oficio ante la precaria situación que sufren los vecinos de Punxín, que no pueden consumir el agua de la traída al estar contaminada por un alto porcentaje de arsénico.

Según ha explicado el Valedor, los análisis sufragados por los propios vecinos permitieron comprobar que la concentración de arsénico era muy superior a la permitida. En concreto, se alcanzaban los 23 microgramos en algunas aldeas, cuando la Organización Mundial de la Salud fija el límite en 10 microgramos de arsénico por litro. La Consellería de Sanidade prohibió el consumo del agua el 24 de agosto de 2012, por lo que los vecinos llevan más de un año sin poder consumir agua del grifo.

Las facturas

El pasado lunes, el alto comisionado parlamentario dirigió un escrito al alcalde de la localidad para que informe sobre las últimas comprobaciones realizadas sobre la calidad del agua de consumo doméstico, así como de las medidas para controlarla.

A este problema se le suma el hecho de que desde 2010 el servicio de aguas se privatizó y los vecinos llegan a triplicar las facturas que reciben desde ese momento.

El Valedor do Pobo ha dado un plazo de 15 días al ayuntamiento para que informe sobre las comprobaciones y medidas adoptadas.