El forense Fernando Serrulla Rech y los abogados Félix y Cástor Castro Vicente buscan restos de las nueve mujeres que asesinó el "hombre lobo", Manuel Blanco Romasanta, hace un par de siglos, prestando especial atención a los montes y las sierras por las que transitaba -especialmente la de San Mamede- y a las cuevas que pudo utilizar como refugio. También indagan en el sumario de 4.500 folios que se instruyó de las fechorías de este personaje, sobre el que se hicieron dos películas, novelas, ensayos y numerosos artículos de prensa, con la esperanza de "encontrar una pista" que les permita abrir una nueva línea de investigación.

En un momento determinado, Romasanta confesó ante los tribunales de justicia que estaba afectado desde 1839 por una maldición, que hacía que se transformara en lobo, estado en el que, según su propia revelación, había asesinado y devorado a trece personas.

Manuel Blanco Romasanta nació en Regueiro (Esgos) el día 18 de noviembre de 1809 y falleció en la prisión de Ceuta el 14 de diciembre de 1863. Dada su profesión de vendedor ambulante, que conocía como nadie los caminos de montaña, se ofreció a llevar entre 1846 y 1851 como mínimo a nueve chicas, procedentes varias de ellas de Rebordechao y Castro de Laza, para trabajar como sirvientas en "buenas casas" de Ourense y Santander. Pero lo sorprendente es que nunca volvía haber noticia de ellas, salvo las que proporcionaba el propio Romasanta, por lo que se extendió la creencia de que las asesinaba en la Serra de San Mamede para sacarles el unto, que al parecer luego se vendía en una farmacia de Chaves, razón por la que también fue apodado con el sobrenombre de "O home do unto".

Los hermanos Cástor y Félix Catro Vicente descubrieron en diciembre de 2011 que Manuel Blanco Romasanta falleció en la prisión de Ceuta el 14 de diciembre de 1863, de un cáncer de estómago, según recogieron algunos periódicos de la época.