Patrullas policiales en colaboración con miembros del centro de recuperación de Fauna Salvaje de O Rodicio participaron ayer en la operación de búsqueda de un reptil que supuestamente fue avistado en el río Barbaña, a la altura de O Barbaña, muy cerca de donde el concello proyecta un novedoso centro termal. La operación continuaba al cierre de esta edición al tener este tipo de animales actividad nocturna.

No es ciencia ficción ni la segunda parte de la conocida y pegadiza canción de verano "Se va el caimán". Un vecino de Ourense que circulaba a las seis de la mañana de ayer por la calle Carriarico, limítrofe al río Barbaña, observó según el testimonio que dio horas después a la Policía Local, un reptil en ese cauce fluvial, que según su versión se trataba de un caimán de un metro y medio de largo.

Pese a que no ha podido comprobarse, según fuentes de la Policía Local, el testigo señaló que por su conocimiento de este tipo de reptiles, que pertenecen a la familia de los cocodrilos, se trataba de un caimán y no de otra variedad.

Efectivos de la Policía Local realizaron, acompañados por los especialistas de recuperación de fauna salvaje de O Rodicio una inspección en el entorno de la riberas, que por consejo de los biólogos de este centro de recuperación de fauna se abandonó durante el día, al ser este tipo de reptiles animales de actividad nocturna, es decir que salen a cazar durante la noche y permanecen ocultos durante el día.

Pese a lo insólito de la situación, expertos en la materia no descartan la posibilidad de que alguna persona pudiera tener ese animal en casa y al carecer de licencia, haya decidido deshacerse de él arrojándolo al río al cobrar grandes dimensiones.

La moda de tener en casa animales exóticos ha provocado también que en muchos casos los propietarios de serpientes, tortugas y otros animales decidan deshacerse de ellos de forma inadecuada cuando se hacen grandes.