La plaza de abastos se ha convertido en la única alternativa para muchos jóvenes en paro, que han visto en ella una oportunidad viable de negocio. Y es que fue a partir de septiembre de 2012, con la puesta en marcha de Ourense Emprende cuando el mercado comenzó un proceso de dinamización que "esperamos continúe con los proyectos pendientes que todavía tenemos sobre la mesa", manifestó Emilio Pedro González, presidente de la Plaza de Abastos.

Una iniciativa que se basó en la bajada de precios y las facilidades de pago, de forma que se puede adquirir un puesto por un precio de entre 1.000 y 4.000 euros, que se quedan muy lejos de los 11.000 o, incluso, 14.000 euros que costaban hace poco más de un año. Además, "permitimos el abono fraccionado para aquellos que tengan dificultades en el pago", afirmó el gerente Alberto González.

A esto se le suman los gastos mensuales, que oscilan entre los 50 y los 150 euros: "Ponemos muchas facilidades, porque incluso muchos puestos vienen con la maquinaria necesaria para ponerlos en marcha de forma inmediata", declaró el gerente.

De esa forma se alcanzó, en poco tiempo, un doble objetivo. Por una parte se facilitó a muchos ourensanos, fundamentalmente jóvenes, una oportunidad de escapar de la falta de trabajo y establecerse por su cuenta. Objetivo que parece cumplido a tenor de los datos, alcanzándose un 97% de ocupación en los puestos con 16 nuevas altas. Por otra parte se consiguió dinamizar una plaza que, con la crisis y la competencia de las grandes superficies, había salido muy perjudicada.

Puestos reservados

Aun así existe una zona en la planta de carnicerías que permanece vacía, porque "queremos dejar un ala entera sin vender a la espera de que se apruebe el proyecto de creación de una pasarela que una el puente de A Burga y la plaza, para hacer una zona de degustación como en las grandes ciudades", afirmó Emilio González.

Son, por lo tanto, trece los puestos de la planta de carnicería que se mantienen congelados y que se suman a los tres puestos vacíos en el exterior y al único que queda libre en la zona del Rianxo, sumando un total de dieciocho. Es precisamente la zona del Rianxo la que necesita con mayor urgencia un lavado de cara y ante la lentitud de las mejoras prometidas por la administración "los placeros están empezando a acometer ellos mismos las reformas", afirmó Alberto González. Y es que muchos se han animado viendo como cada vez son más los que se animan a montar su puesto.

El proyecto que parece más avanzado es el de instalación de un ascensor, necesario para que los consumidores no suban y bajen a las distintas plantas con el peso de las compras. La Xunta se ha comprometido a sufragar el 50% del gasto y el Concello el montante que resta.

Tanto para el presidente como para el gerente, "es fundamental que se acometa este proyecto" y el propio Emilio González solicitó al gobierno local "sensibilidad para no dejar morir la Plaza de Abastos".

En el mes de junio se abrió la primera y única pastelería de la plaza de abastos. Silvia Estela Curi, especializada en la decoración de tartas, lleva treinta años dedicándose al mismo negocio y fue gracias al proyecto Ourense Emprende cuando decidió instalarse: "Hay muchas facilidades y está funcionando muy bien. He triplicado la venta de tartas desde que me instalé", declara.