El portavoz de Medio Rural del Grupo Parlamentario Socialista, Pablo García, ha dado "la razón" ayer a la conselleira del ramo, Rosa Quintana, en que no existen "casualidades" en la aparición de los incendios forestales. Pero, a diferencia de la mandataria, no ha culpado en exclusiva a los incendiarios, sino que ha evidenciado que los fuegos se producen en las zonas sin prevención.

"Yo tampoco creo en las casualidades", indicó el diputado del PSdeG, en declaraciones a los medios en los pasillos de la Cámara, y destacó que "el mapa de incendios" muestra las zonas "donde hay abandono, hay comarcas desérticas, no hay actividad agrícola o ganadera y no hay fijación de la población".

En la misma línea, ha enfatizado que no es casualidad que el mayor incendio del verano en Galicia, el que arrasó unas 2.200 hectáreas en la provincia de Ourense, se corresponda con un lugar "sin ningún tipo de prevención, de cortafuegos, de franja que rompa la vegetación".

Y es que, como ha explicado García, "si hay un frente de nueve kilómetros de fuego es porque ese terreno no está suficientemente gestionado con medidas de prevención". Es por ello que ha abogado por invertir en prevención, porque, de lo contrario, "es muy difícil extinguir el fuego", independientemente de los medios con los que se cuente.

Preguntado sobre el carácter intencionado de los incendios del que ha hablado Rosa Quintana, el dirigente socialista ha expuesto que "nadie puede discutir eso" y, al no contar con datos al respecto, se ha limitado a "condenar todos aquellos que sean provocados".

"Yo no voy a entrar en la discusión de si son provocados o no, pero es el recurso más fácil", ha replicado a la conselleira, al tiempo que ha remarcado que "es imposible que ardan de golpe más de 2.000 hectáreas" si el monte está suficientemente cuidado y con las medidas de prevención necesarias, "haya intención o no", agregó.

Convencido de que estos grandes fuegos se producen "porque no hay prevención", ha abundado en que, de estar el monte "bien gestionado, quien quisiera provocar un incendio no lograría quemar más de dos, tres o cuatro hectáreas".

En este sentido, Pablo García ha denunciado que "el sistema está fallando", ya que la Consellería de Medio Rural transfirió algo más de un millón de euros destinados a prevención, sobrantes de los convenios que algunos alcaldes no quisieron firmar.