Ourense se encuentra a la cabeza de Galicia en casos de silicosis, principalmente por la extracción de pizarra que se realiza en la comarca de Valdeorras, a pesar de la caída que ha experimentado debido al desplome de la construcción, según los datos que contiene de Galicia un estudio realizado por el Instituto Nacional de Silicosis de Oviedo. Esta provincia ha registrado 29 casos de esta dolencia en el año 2012, que se suman a los 17 de 2008, 19 de 2009, 36 de 2010 y 46 de 2011. La segunda provincia en incidencia es Pontevedra, por las canteras de piedra, con 29 casos también en 2012, 14 en 2008, 18 en 2009, 19 en 2010 y 30 en 2011. Lugo tuvo 5 casos en 2012, 2 en 2008, 2 en 2009, 6 en 2010 y 12 en 2011. A Coruña, 2 casos en 2012, 1 en 2008, 1 en 2009, 0 en 2010 y 2 en 2011.

En el conjunto de Galicia se detectaron 65 casos de silicosis en 2012, 34 en 2008, 40 en 2009, 61 en 2010 y 90 en 2011.

El técnico superior en PRL y miembro de la ejecutiva confederal de la CIG, Anxo Pérez Carballo, admite que este año se ha producido "una importante reducción de incidencia, que nos devuelve a los valores de 2010", debido posiblemente al descenso de la actividad y a los muchos despidos que se han producido en este sector.

A pesar de la reducción, Pérez Carballo sostiene que los datos no son para nada tranquilizadores. "Son muchas las personas que adquieren una enfermedad irreversible por la falta de medidas preventivas que garanticen la seguridad y preserven la salud de los trabajadores".

El sindicalista de la CIG recuerda que la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer incluía ya en 1997 el silicio cristalino en el listado de sustancias cancerígenas en humanos. Por lo que indica que se trata de "una dolencia de especial gravedad, que está reconocida como enfermedad profesional".

Anxo Pérez Carballo destaca la existencia de estudios epidemiológicos que revelan que en diciembre de 2007 se diagnosticaron 25 casos de silicosis, entre 398 trabajadores de la pizarra en Valdeorras (6,3%). Se detectaron otros 89 casos con alteraciones radiológicas de entre 0/1 y 1/0, lo que significa que muchas personas pueden desarrollar la enfermedad en los próximos años, en el caso de que continúen en un ambiente polvoriento.

En febrero de 2009 se descubrieron otros 14 casos de esta enfermedad en Valdeorras, tras examinar a 103 trabajadores (13,6%). Y refleja la existencia de 111 trabajadores con alteraciones radiológicas.

En el caso de las canteras de Porriño, se realizó un estudio en el año 2005, donde fueron diagnosticados 77 casos positivos, de los 440 trabajadores que se sometieron al examen médico (17,5%).

Anxo Pérez Carballo alerta de que el problema puede ser aún de mayor calado, teniendo en cuenta que el estudio epidemiológico, al ser transversal, "no reproduce una medida precisa de la incidencia", dado que "algunos trabajadores, que en estos momentos no tienen evidencia de la enfermedad, es posible que la desarrollen en el futuro".

El sindicalista destaca que de los 65 casos reconocidos, 10 corresponden a pensionistas (18,18%) y los 55 restantes (84,61%) a trabajadores en activo.

Por sectores, la pizarra y el granito son los que cuentan con mayor impacto de silicosis, razón por la que aparecen a la cabeza Ourense y Pontevedra. Sin embargo, se aprecia un incremento de casos en el sector de las marmolerías, tanto en la elaboración de piedra y mármol natural como, en mayor medida, en los trabajos con aglomerados de cuarzo para encimeras.

En el sector de la pizarra se han detectado 29 casos de silicosis, otros 29 en el del granito, 4 en marmolerías, 1 en prefabricados de hormigón, 1 en canteras de silicio y 1 en operarios que trabajan con la piedra y el granito.

Con respecto a la gravedad, 7 de los afectados de Ourense presentan neumoconiosis complicada y 22 simple, mientras que en Pontevedra 11 tienen neumoconiosis complicada y 18 simple. En Lugo, 1 complicada y 4 simple. En A Coruña, 1 complicada y 1 simple.

Anxo Pérez Carballo advierte de que cada vez se incrementa más el número de personas que ven como se agrava su dolencia, pasando de neumoconiosis simple a complicada.

La CIG reclama la declaración de la incapacidad permanente y total desde el primer grado de silicosis, al entender que "no se puede expulsar de la actividad laboral a una persona sin contraprestación alguna", como está ocurriendo con afectados de primer grado.