Para la asociación ecologista "Matar por Matar Non" si algo deja claro la investigación llevada a cabo en el Concello de Punxín por parte de la comisión vecinal del agua es que "las elites políticas y financieras del país" llevan años utilizando, sin escrúpulo alguno, el recurso de las privatizaciones para enriquecerse a costa de encarecer, de forma inmoral, los servicios básicos que deberían proporcionar, de la forma más eficaz y económica, a la población que paga sus salarios".

En el caso de Punxín señala que gracias al trabajo desinteresado y a la preparación académica de sus miembros, la comisión vecinal ha podido descubrir "como se está utilizando la concesión del servicio de agua y alcantarillado a Aquagest para exprimir a los vecinos y enriquecer a alcaldes, políticos, empresarios y lo que es peor, creemos que con la participación decisiva de la Diputación que, como hemos explicado, está asociada con Aquagest en una empresa denominada Aquaourense".

De los números oficiales obtenidos por la comisión durante la investigación "se ha deducido que Aquagest apenas invierte el 50 por ciento de media, sobre lo que presupuestó como gastos de explotación del servicio. Es decir, el primer año el gasto presupuestado eran 107.000 euros de los cuales solo invirtió menos de 50.000, de los cuales el 19 por cien figuraban como beneficio de la empresa. O sea unos 20.300 de beneficios".

Explica que para cubrir esos 107.000 euros de "coste del servicio", aproximadamente 40.000 deberían proceder de la recaudación a los abonados y el resto hasta "cubrir" los supuestos gastos de explotación del servicio, lo paga el ayuntamiento, unos 63.000 en 2012, mediante lo que denomina "subvención". Los usuarios del servicio han visto como aumenta el recibo del agua al triple "para poder llegar a esos 40.000 euros de recaudación".

Para esta asociación lo de Punxín sucede porque, "quienes cobran y tienen cargos para, en teoría, velar por los interese de los vecinos, en lugar de ello, utilizan dichos cargos para enriquecerse, engañarnos...", y dice se valen de sus "sucursales" en cada concello y de "acólitos en forma de alcaldes y concejales, a los que, mediante puestos de trabajo a familiares imponen lo que deben hacer".