El sector ferroviario de la Confederación General del Trabajo, CGT, manifestó ayer en Ourense su preocupación por la reducción de trenes convencionales prevista por Fomento. A falta de conocer los datos oficiales que todavía no han sido comunicados por la empresa, el sindicato calcula que la medida afectará a más de cien servicios semanales incluidas ida y vuelta. Responsables de la organización a nivel gallego celebraron ayer en la ciudad una jornada de defensa por un ferrocarril público y social con una concentración en la estación Empalme y un exposición del modelo que defienden en el Ateneo.

Según explicó Ángel Valladares, secretario general de CGT Galicia, la supresión de servicios en esta provincia afectará a toda la línea de media distancia entre Ourense y Puebla de Sanabria, así como a 14 servicios semanales de la conexión con Vigo, a seis de la línea Ourense-Monforte, y a 26 en el trayecto Ourense-Carballiño-Santiago. Además, se contempla también el cierre de apeaderos y supresión de paradas en diferentes líneas de la provincia.

La CGT denuncia el oscurantismo del Gobierno ante lo que considera el "desmantelamiento definitivo" del tren convencional para ahorrar 50 millones de euros "que es lo que cuesta construir dos kilómetros de AVE".

Según las previsiones de este sindicato, la supresión de servicios afectará en Ourense a cuatro interventores y cinco maquinistas "que serán recolocados", por lo que temen posibles ERE y programas de movilidad laboral.

También el PSOE salió ayer en defensa del ferrocarril público. El secretario provincial Raúl Fernández criticó que este recorte responde a una "política calculada por el PP para hacer que vivir en el rural sea imposible".