La oposición municipal, PSOE y BNG, denunciaron algunas prácticas del teniente de alcalde en el ejercicio de su cargo, y que le afectaban directamente, y así en 2010 le acusaron de realizar una reforma en un local de su propiedad "sin los permisos correspondientes". Señalaban que en ese bajo estaba destinado a inmobiliaria y que se quería transforma para instalar una cafetería, que necesitaría "contar con el correspondiente proyecto técnico redactado por un arquitecto".

La sorpresa de la oposición fue cuando constataron que la obra se estaba realizando únicamente con un permiso de obra menor para aislamiento acústico y cambio de tabiques, como así se plasmaba en la autorización municipal, por lo que entendían que se trataba de un "cierto trato de favor por ser el bajo propiedad del teniente alcalde", que según indicaron en su momento debería ser "el primero en el cumplimiento de la legalidad".

También fueron numerosas las criticas a Manuel García relacionadas con la supuesta utilización de su cargo de teniente de alcalde en beneficio propio, casi todas relacionadas con el ámbito urbanístico, que para socialistas y nacionalistas eran "más que evidentes", como así lo reiteraron en los plenos, y que en algunas ocasiones recibieron las descalificaciones del alcalde Freire Couto.