Un nuevo mazazo para el mercado laboral de Ourense. Los 170 trabajadores de T-Solar irán al paro en junio tras acordar ayer poner fin a la batalla iniciada contra el ERE de extinción. La decisión fue fruto de una votación en urna tras dos horas y media de tenso y acalorado debate entre una plantilla dividida entre aceptar las condiciones de la empresa o seguir batallando.

De los 126 trabajadores presentes, 64 votaron aceptar y 58 continuar con la negociación (cuatro votos fueron nulos), lo que supuso un resultado "muy apretado", según reconoció el representante de la plantilla al término de la asamblea, Isidro Blanco. Así las cosas, el comité de empresa firmará hoy el expediente en una reunión con los administradores concursales que se celebrará a partir de las 10 horas en la planta fotovoltaica del Parque Tecnológico de Galicia.

De esta forma, los trabajadores aceptan a mayores de la indemnización de 20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades, una compensación lineal de mil euros de los que recibirán 500 de forma inmediata y otros 500 "más adelante, cuando la empresa tenga caja". El presidente del comité calcula que podrán cobrarlos en "dos meses" pero los trabajadores que votaron en contra de firmar se mostraron bastante escépticos. Algunos incluso abandonaron antes el salón de actos del edificio sindical decepcionados con el resultado y confesando sentirse "avergonzados" por la decisión adoptada.

La firma del expediente también incluye el compromiso de que el personal despedido sea tenido en cuenta en caso de enajenación productiva, de forma que recibirán la oferta de reincorporarse a la planta en caso de venta. En la actualidad, T-Solar se encuentra en concurso de acreedores con una deuda de 61 millones de euros.

Isidro Blanco reconoció al término de la reunión la dureza del debate y la disparidad de posturas que se defendieron. Cree que finalmente se impuso firmar el ERE "porque el período de consultas se acaba dentro de una semana y sin acuerdo se van con la indemnización que fije el Fondo de Garantía Social sin garantizar la continuidad de los puestos de trabajo en caso de compra".

Además, el pacto contempla la creación de una comisión de seguimiento que vigilará las negociaciones con posibles compradores.

Tras materializarse hoy la firma del expediente, el comité de empresa mantendrá la presión a las administraciones que aportaron fondos públicos bajo el compromiso de la creación de empleo, como la Xunta, "para que luchen por la continuidad de la planta".

Isidro Blanco no descarta que algún trabajador recurra a la vía judicial contra el despido, sobre todo aquellos que tenían mayores retribuciones, pero anuncia que no habrá recurso colectivo. "Es una opción que no se valoró porque perjudicaría a los trabajadores ya que si se declara el despido improcedente no podrían recuperar los 180 días de paro consumidos en el ERE anterior cuya cuantía sería superior a la posible indemnización".

Padres, jóvenes y víctimas de la crisis - Francisco Javier Vila, Iris López y Lorena González acudieron ayer a la asamblea con sus hijos pequeños. Son víctimas de la crisis por partida doble. Lorena (supervisora logística) llegó a T-Solar hace cuatro años procedente de otro ERE en la fábrica en la que trabajaba. Francisco (operario de producción) se vino de Madrid unos meses después, con otra carta de despido bajo el brazo. Iris (administrativo de prevención) dejó su domicilio en Vigo por este empleo. A las puertas del paro, se muestran angustiados: "Nos dijeron que era un trabajo seguro. Ahora tenemos cargas y hay que vivir".