Los embalses forman parte, desde hace muchos años, de ese impactante paisaje de los cañones del Sil, en la Ribeira Sacra galaica, compartida por la provincias de Ourense y Lugo, y que se convierte en uno de los epicentros del aprovechamiento productivo de las aguas. De ahí la necesidad de conjugar el desarrollo de infraestructuras sin que eso tenga efectos letales para un ecosistema que se convierte en tarjeta de visita para el turismo de Galicia.

Es por eso que el presidente de la Xunta, Núñez Feijóo, reveló la importancia de la obra ejecutada en San Estevo, bajo el subsuelo, algo más de 10 metros, y que permitió "minimizar el impacto visual en uno de los lugares más hermosos del mundo". La pasión de un nativo de Os Peares salió a relucir, con la complicidad del presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, sobre todo al contemplar desde el paraje de A Rasa, donde la empresa tiene un pequeño complejo residencial, la dimensión natural de una Ribeira Sacra .

De ahí que en la falda del embalse se conformase el mayor complejo hidroeléctrico de Galicia, con 441 MW de capacidad instalada y una producción estimada de 1.000 gigavatios hora al año, es para el jefe del ejecutivo gallego un proyecto que transciende más allá de las que se venían realizando en un sector como el energético.

A lo largo del primer trimestre de este años, durante el que San Estevo II ha estado funcionando primero en pruebas y ya en operación productiva y comercial desde el pasado 27 de febrero, la central ha producido cerca de 200 gigavatios, lo que equivale al consumo medios anual de unos 57.000 hogares. Durante este periodo, la nueva instalación ha venido cumpliendo ya uno de los objetivos de su construcción: gestionar mejora las avenidas de agua y aprovechar en mayor medida el recurso hidráulico disponible, renovable y autóctono, como explicó uno de los responsables de Iberdrola mientras explicaba aspectos fundamentales del funcionamiento del centro de operaciones.

Todo ello se traduce en que con una potencia de 176,9 megavatios, la nueva planta de San Estevo II optimiza las infraestructuras existentes: la presa, el embalse, la subestación y las líneas de evacuación. Y de cara a integrarla en el entorno en el que se encuentra, los cañones del Sil, con la transcendencia que tiene, se optó por un diseño totalmente subterráneo, con lo que se ubicó todo el nuevo y moderno aparataje en la denominada "caverna", que destaca por ser uno de los proyectos de ingeniería más relevantes de la historia reciente de Galicia, como así lo proclamó Ignacio Galán, y que compartía el presidente de la Xunta, al que acompañó ayer en el acto inaugural el conselleiro de Industria y Economía, Francisco Conde, el Delegado del Gobierno, Samuel Juárez, entre otras autoridades, y la plana mayor de Iberdrola, como el exministro del Interior, Ángel Acebes.