Forma parte de la propia idiosincrasia de la Plaza de Abastos de Ourense, aunque en los últimos años fue perdiendo poder de atracción ante los posibles consumidores. Es por eso que ahora la asociación de comerciantes de la plaza y el Concello de Ourense quieren dejar clara su apuesta por el denominado rianxo, ese comercio tradicional que tiene como pilar de referencia el cultivo en huerta propia y vender la producción de cosecha en esa zona, con facilidades para poder asentares, que se reduce a 0,60 euros el metro lineal de las viejas mesas.

Así, el concejal de Comercio, José Carlos Martínez-Pedrayo, la edil de Medio ambiente y Movilidad, Susana Bayo, junto con el presidente de la asociación de comerciantes, Emilio González, presentaron sobre el terreno la campaña "comerciando en el rianxo", con la que se pretende animar a la compra de una producción tradicional, ecológico, y con sello ourensano creando una cadena de distribución que ayude a la gente a mejorar su económica, ya que los productos proceden de huertas que abastecen para consumo propio de familias y ahora se pueden convertir en una nueva opción de ingresos.

En eso fue en lo que incidieron tanto los dos concejales como el presidente de los comerciantes asentados en la Plaza de Abastos, ya que para Martínez-Pedrayo destacó el "desahogo" que este tipo de iniciativas supone para las familias, a la vez que dan una oportunidad a los emprendedores en esa apuesta por los productos del país, cultivando de manera ecológica y tradicional.

Susana Bayo subrayó la sostenibilidad que aporta la campaña que se pone en marcha al consumir "productos de cercanía" y de esa forma evitar "el despilfarro en transporte", ya que se trata de productos cultivados en huertas que se encuentran en diferentes zonas de la periferia de la ciudad.

Lo que tiene claro Emilio González, y así lo recalcó ayer, es que el rianxo de la Plaza de Abastos es el lugar donde "más plantío se vende de toda la provincia", por lo que consideran idóneo que sea la plaza la que "estimule el producto de casa". Y sostiene que es el único lugar donde "el producto de temporada está asegurado como casero" y que la gente sabe apreciar.

A la vez que se intenta crear una cadena de distribución accesible a todo el mundo que permita vender lo cultivado en la huerta, contando como un espacio para su venta, en este caso el recuperado rianxo.