"De nada sirve que mi hija sea feliz", protestó ayer la madre de una niña de 6 años que deberá trasladarse a vivir con su padre a Oviedo en cumplimiento de una sentencia de la Audiencia Provincial de Asturias que ordena el cambio de custodia. Esta resolución, basada en un informe psicosocial que según la familia materna de la niña "está manipulado", está recurrida ante el Tribunal Supremo y ha generado varias quejas ante el Consejo General del Poder Judicial y la Defensora del Pueblo, entre otras instancias.

La familia lamenta que el fallo se sostenga sobre ese informe, que tacha a la madre de sobreprotectora y afirma que alienta la dependencia de la niña sobre ella, pero no tenga en cuenta otros informes como el del colegio en el que estudia la pequeña, que evalúa de forma positiva el comportamiento de la niña tanto en su relación con el resto de compañeros y profesores como en sus manifestaciones sobre la familia.

Bajo el lema "Justicia para Claudia", la familia de la niña reunió ayer a unas 300 personas en una concentración frente al colegio en la que la abuela materna leyó una carta de la madre largamente aplaudida por los asistentes en la que se pedía, entre otras cosas, una reformulación de los equipos psicosociales que evalúan a los menores. Según el abogado y abuelo de la niña, José Manuel García Sobrado, "los equipos psicosociales carecen de protocolos de actuación y no documentan las entrevistas".