Alguien del entramado administrativo del Concello de Ourense manipuló una factura de pago de ayuda a domicilio alterando datos de registro y una de las fechas con bolígrafo y corrector. Es una de las irregularidades que descollan entre la documentación, declaraciones e informes policiales de un caso que investiga varios presuntos delitos, desde falsedad documental a prevaricación, desde tráfico de influencias a malversación. Uno de los empresarios desveló incluso supuestos sobornos en forma de regalos al exregidor Francisco Rodríguez y a la hoy teniente de alcalde imputada, Marga Martín. Un auto inmediato señalará a los principales implicados.

La hoja falseada se corresponde con la mensualidad que una funcionaria propuso rehacer tras constatar que el cálculo de pagos estaba inflado con un desfase de más de 25.000 euros. Según confirmaron fuentes policiales a FARO, un perito de la brigada científica certifica en un informe que el número de registro de entrada fue corregido con "tippex" y que se alteró a bolígrafo, con un tachón superpuesto a simple vista, la fecha del sello de la oficina de compras.

Las tres últimas cifras del registro de entrada, 843 fueron escritas a bolígrafo sobre la pátina del corrector ortográfico. El perito explica que el 8 resultante procede de un 1. También constata que la manipulación fue burda. Parte de la cifra alterada no se cubrió totalmente con el "tippex".

Asimismo, la Policía Científica constata la alteración de la fecha de la oficina de compras. Fue modificada a bolígrafo. El perito certifica que la datación original no era el 1 de septiembre de 2010 que se quiso dar a entender, sino el 22 de octubre. Según la justificación remitida al juzgado por el ayuntamiento, la factura llegó el 2 de septiembre a la concejalía de Benestar Social de la edil imputada Marga Martín por 176.000 euros y fue enmendada en octubre hasta los 151.000 desembolsados en noviembre de aquel año a la empresa investigada. El juez seguirá el rastro al sospechoso trámite a partir de los números reales descubiertos por la Policía Científica. Entre otras cuestiones, el magistrado intenta demostrar si existió un agujero económico millonario para las arcas municipales y a dónde fue a parar el dinero ante los indicios de notas de pago infladas y una supuesta contabilidad doble.

"Esa letra no es mía"

La factura falseada de 2010 era una de las hojas de cálculo de pago que C.F.D consideró "irreales". La técnico , una de las cuatro funcionarias del Concello imputadas en la causa -todas permanecen o pasaron por la concellería de Marga Martín-, fue señalada por la edil y por su actual jefa de servicio como la principal responsable en controlar y elaborar el detalle de las facturas. C.F.D. dijo haber devuelto esta y otras facturas "por exceso".

Su firma y el nombre al pie aparecen junto a la rúbrica de la concejala. "Esa letra no es mía", subrayó la técnico al ser interrogada. El juez fijó un careo para resolver contradicciones y sospechas pero acabó por suspenderlo tras recurrir ante la Audiencia Marga Martín. "Es ineficaz y conlleva enfrentamientos personales innecesarios", dijo su abogado.

Otras pruebas contextualizan cómo se fraguaba la discutida facturación con la gestora del servicio privatizado entre 2007 y 2011 por más de 3 millones de euros al año. Uno de los 42 correos electrónicos recién aportados por el gerente para involucrar a su exsocio -las comunicaciones sugieren negociaciones de precios, mediaciones de altos funcionarios y sospechas en el cálculo de pagos- alude a la nota de agosto de 2010. La concejala sale en el e-mail. "La persona que hizo el cálculo que nos comentó el otro día Marga, no cabe ninguna duda de que es de letras", desvela el mensaje de 28 de septiembre de 2010 entre los empresarios.