"Era habitual tener relación a través de correo electrónico con la empresa, pero eso no significa que tuviera la decisión sobre las cosas", declaró al juez la edil de Benestar imputada, Marga Martín. La guerra de e-mails entre los exsocios la deja también expuesta en el medio. Como FARO reveló ayer, el gerente ha contraatacado a su exsocio con 42 correos para involucrarlo. Los mensajes sugieren presuntas negociaciones de precios, mediaciones de funcionarios y sospechosos cálculos de horas y pagos.