Con respecto a la crisis del Concello de Ourense, originada por los gastos realizados por el gobierno socialista, Manuel Baltar sostiene que los gestores políticos "deben garantizar la gobernabilidad de las instituciones", por lo que lamenta que en este caso "no se garantice ni la gobernabilidad de su propio grupo" municipal. "El alcalde de Ourense se encuentra en un nuevo régimen democrático, que se puede llamar de minoría absoluta; cuenta con el apoyo de parte de los suyos y eso se nota, se nota en la gestión, en que los presupuestos de 2013 todavía no están aprobados", entre otras cuestiones.

El PP no contempla la situación de debilidad en la que se encuentra el grupo de gobierno municipal como una oportunidad, debido a que "no estamos pensando en clave partidista". Considera que los ciudadanos "se están llevando las manos a la cabeza por otro tipo de cuestiones", razón por la que demanda que "se proyecte una imagen de seriedad, de rigor y de compromiso que el gobierno de Agustín Fernández no es capaz de dar".

Baltar estima que la sospecha que tiene Rosendo Fernández de que la demora en la aprobación de los presupuestos se deba a que pueden conducir al alcalde a una moción de confianza está fundamentada.