El PP de Ourense ha comparecido esta mañana para informar de que han registrado una petición para reprobar al alcalde y pedir su dimisión, y lo hacen apenas 24 horas después de que Agustín Fernández se negase a pedir disculpas por el derroche de dinero público en fiestas y alcohol.

Los 'populares' han tachado el municipio en este momento de "ingobernable" y, por ello, se han ofrecido a tomar las riendas del Ayuntamiento, tras mostrarse dispuestos a negociar con el resto de grupos. Una alternativa que no parece descabellada, en función de las cifras. Y es que PSOE y PP disponen cada uno de 11 concejales, dos Democracia Ourensana y tres el BNG.

El escenario que afronta el regidor socialista se antoja así algo más complicado. Sin mayoría para alumbrar proyectos clave, quebrado en dos grupos, asediado por imputaciones judiciales y amonestado públicamente por la dirección gallega del partido, el PSOE ourensano optó ayer pese a todo por el enroque, por regatear mediante broncas a la oposición y defensa propia el escándalo de los gastos de dinero público en comidas, fiestas al exalcalde tras su arresto, copas, compras de alcohol y el endoso de medio centenar de tickets, algunos en plena temporada alta de julio o en el Puente de la Constitución, en restaurantes, cervecerías y locales a pie de la playa en Mallorca, Madrid, A Coruña, Vigo, Santiago de Compostela o Toledo.