La Xunta ha entrado pisando fuerte en el conflicto de los trabajadores de T-Solar con la empresa que se ha declarado en concurso de acreedores y ha iniciado un ERE extintivo que amenaza con dejar en la calle a sus 170 empleados. El conselleiro de Industria, Francisco Conde, se reunió ayer en la capital con los integrantes del comité de empresa y les tendió su mano para intentar salvar tanto la actividad de la fábrica de paneles ubicada en el Parque Tecnológico como los puestos de trabajo. Aseguró que ya se reunió con los directivos y que les exigió que no aboquen a la planta al cierre y "rectifiquen" buscando alternativas.

Conde dijo desconocer como una empresa con solo cinco años de edad que acumuló 65 millones en fondos públicos de diferentes administraciones y entidades bancarias ha podido llegar a esta situación de insolvencia, con 61 millones de euros y sin liquidez para abonar el salario de sus trabajadores. Parte de esos fondos procedieron del propio gobierno gallego a través del Igape (5,8 millones), de la sociedad pública Xesgalicia (ocho millones) y de la Consellería de Industria que en 2010 aportó un préstamo de cinco millones para tratar de paliar la incertidumbre que en aquel momento vivía el sector de la energía solar. La concesión de estas ayudas no fue libre de carga sino que, recordó ayer el conselleiro, estaba sujeta a una serie de condiciones, entre ellas, el mantenimiento de la plantilla hasta junio de 2014.

La caída de la demanda, la retirada de las primas por decisión del Gobierno y el cese de la actividad de la empresa son "circunstancias sobrevenidas" que no libran a la empresa de cumplir "con el máximo rigor" las condiciones, por lo que Francisco Conde dijo ayer que además de exigir a la empresa que busque soluciones, el gobierno gallego "está llevando a cabo una vigilancia absoluta y una evaluación de las ayudas otorgadas". En el caso de que se ejecute el ERE, añadió, "defenderemos la recuperación de los fondos públicos invertidos en el proyecto" a través de su personación en el concurso de acreedores. Conde anunció que "no escatimaremos esfuerzos" para encontrar soluciones, y mostró su disponibilidad para salvar el mayor número de empleos y garantizar el futuro de la planta.

Por su parte, el comité de empresa manifestó su "satisfacción" por esta vía abierta ya que el gobierno gallego se ofrece a trazar con los trabajadores "una hoja de ruta" para evitar el cierre de la empresa, que es el objetivo prioritario que ambas partes comparten. El presidente del comité, Isidro Blanco recordó que T-Solar llegó a producir en 2011 un 33% más de lo previsto por lo que no se entiende la estrepitosa caída. La próxima semana se reunirán con el Igape y Xesgalicia para "contrastar documentación" y hoy informarán en asamblea a los trabajadores y después irán a la Diputación para pedir una entrevista con el presidente Manuel Baltar.