Dos jóvenes naturales de Madrid y Vigo, de 26 y 33 años, permanecen detenidos en los calabozos de la Guardia Civil tras ser arrestados como presuntos autores de robos a ancianos a los que engañaban haciéndose pasar por inspectores de la luz procedentes de una compañía eléctrica. Los investigadores del instituto armado les imputan, por el momento, dos casos pero los sospechosos tenían en su poder facturas de la luz de vecinos de A Gudiña y Riós por lo que se harán comprobaciones para determinar si actuaron con el mismo modus operandi en otros lugares.

Para ampliar la investigación también resulta fundamental el análisis de las joyas que, además del dinero, conforman el botín recuperado al completo por los agentes después de los arrestos. Los dos individuos, Manuel O.M., madrileño de 33 años, y Juan C.S., vigués de 26, fueron detenidos ayer al mediodía.

Según las fuentes consultadas del instituto armado, los dos jóvenes estaban alojados en un hotel de O Carballiño y se desplazaban por la provincia en el vehículo en el que fueron recuperados el dinero y las joyas presuntamente robadas.

Las detenciones se produjeron apenas un día después de que la Guardia Civil tuviera constancia de las primeras denuncias. En ambos casos las víctimas eran personas de edad avanzada, de 75 y 77 años de edad. Una de las denuncias fue presentada por un vecino de Castrelo do Miño y la segunda por un vecino de A Peroxa.

Tal y como manifestaron a los agentes del instituto armado, los presuntos ladrones utilizaban la confianza de los propietarios para engañarlos y arrebatarles todo lo que encontraran en sus viviendas. Los dos individuos se hacían pasar por trabajadores a nómina de una compañía eléctrica. Aseguraban a los ancianos que debían revisar los contadores y a continuación cotejar los datos con las facturas de la luz.

Así conseguían entrar a las viviendas particulares los dos detenidos. Mientras uno de ellos entretenía al propietario con el rol fingido de inspector, el otro se daba prisa para localizar joyas y dinero en la casa. Los agentes han cifrado, por el momento, en unos 4.000 euros el dinero en efectivo y las alhajas obtenidas de forma delictiva por los dos individuos.

Se prevé que los presuntos ladrones pasen hoy a disposición judicial para responder de, al menos, dos presuntos robos, aunque el hallazgo de facturas de otras posibles víctimas amplía la investigación para tratar de imputarles más hechos.