La mina de extracción de feldespatos que está en tramite de obtención de licencia en la Xunta, y contra la que se han posicionado todos los colectivos políticos y sociales de A Limia, por el alto impacto ambiental y paisajístico, creará tan solo 10 puestos de trabajo, todos ellos traídos de Castellón, sede de la empresa Minicer S.L. promotora de la mina. A cambio ocupará 400 hectáreas de suelo de cultivo de especial interés agrícola y dejará a su remate, si consigue licencia del Gobierno de Feijóo, 24 puntos de perforación en la comarca de unos quince metros de profundidad, que crearán otras tantas lagunas de imposible restauración paisajística. Todo ello en ocho parroquias agrícolas de Xinzo y Trasmiras, con más de 100 empleos directos del campo y la ganadería.

No son datos aportados por el colectivo de afectados ni por ningún partido político, sino que están incluidos en el voluminoso proyecto de explotación presentado ante la Xunta por Minicer S.L., la empresa que ha hecho la solicitud de licencia ante la Xunta para poner en marcha el proyecto "Faramontaos N-5.089 el nombre de unas de las ocho parroquias afectadas.

Minicer S.L. pertenece a un grupo minero de primer nivel nacional en el campo de las arcillas, integrado por Minera Sabater S.L. como empresa matriz, además de otras empresas secundarias. La actividad principal se desarrolla en la provincia de Teruel y Castellón, donde posee varias explotaciones activas. Y fuera de Galicia parece que van a quedar también, según los datos del estudio de explotación, todos los supuestos beneficios de la mina si esta sale adelante.

El feldespato que obtenga la empresa, a lo largo de 30 años de concesión que duraría la licencia, se destinará al sector cerámico, en un momento, reconoce la propia firma solicitante, en el que han caído fuertemente el movimiento y ventas el sector de la construcción.

Este es uno de los puntos oscuros, que no entienden ni la sociedad limiana, ni los vecinos afectados, asociados contra el proyecto en el colectivo vecinal Corno do Monte, ni los partidos políticos que de forma unánime se han posicionado en un pleno municipal contra el proyecto.

Pero ¿por qué ha elegido una empresa foránea este escondido entorno agrícola de una comarca que viven directamente más de un centenar de familias y unas 400 como segundo ingreso? Según el proyecto de explotación presentado por Minicer S.L. "tras un minucioso estudio de la zona hemos optado por ella por ofrecer un mayor mayor potencial", explica la empresa, "en base a los resultados satisfactorios obtenidos en los estudios geológicos realizados en la zona, han puesto de manifiesto la existencia de feldespatos de una gran calidad.

En vista de la "mina" geológica que han encontrado la empresa castellonense en A Limia, piden una tiempo de explotación de treinta años, en el que esperan conseguir una media anual de unos 30. 000 a 35.000 toneladas al año.

Mientras tanto socios como Lucía Nóvoa, de la plataforma vecinal creada para reivindicar desde todos los flancos posibles que le brinde la ley, señalan que "nos preocupan algunos pasos dados por la Xunta derogando normativas que perjudicarían a las mineras, pero destruirán según nuestros cálculos, se le dan licencia el sustento de más de 100 familias que viven de la agricultura en la zona y de la ganadería", afirma y que causaría sobre todo una expoliación del suelo y una posible contaminación por el uso del ácido fluorhídrico altamente corrosiva, en el tratamiento de los feldespatos, que dañaría la explotación agrícola

35.000 toneladas al año

La propia Minicer S.L. en ese minucioso estudio en el que incluye amplísima planimetría (no en vano las gestiones para implantarse en A Limia comenzaron ya en 2004), realiza estudios económicos que cifran en 1,2 millones de euros el coste de la inversión, mientras que la producción prevista alcanzará en los años pico de rendimiento los 35.000 toneladas anuales.

El precio previsto de venta del feldespatos, ya tratado para la venta, a través de 80 euros tonelada. Es decir que los ingresos anuales para los castellonenses serían de 2,8 millones de euros anuales.

La planta de tratamiento l Los promotores del proyecto minero tienen hasta la recreación en 3D de su planta de tratamiento. Ahí es donde llegaría la arena feldespática que proviene del hundido de una etapa anterior y se somete a un nuevo proceso de flotación en medio ácido (ácido fluorhídrico, muy corrosivo con el medio ambiente) para obtener así el feldespato potásico para la venta. Este es uno de los puntos de riesgo, según los vecinos, pues el ácido abandonado de una mina ya clausurada, causó estragos en la zona.

Todo está previsto en el proyecto presentado por Minicer S.L. a la Xunta y pendiente de informe. Prevén que la extracción progresiva en las 400 hectáreas repartidas en 9 parcelas, creará 24 puntos de perforación que se convertirán en otras tantas lagunas artificiales irrecuperables, pese al proyecto de restauración anexo, y que sumarán según los datos de la empresa casi 500.000 metros cúbicos de agua embalsada.

Agua que se detraerá por tanto de las comunidades de regantes del amplio entorno agrícola de A Limia, que suma 20.000 hectáreas de tierra cultivada y genera unos 30 millones de euros en producción agrícola y ganadera al año.

En este entorno se produce la patata con indicación protegida, la mayor parte de la denominación Ternera Gallega y Pan de Cea y más de 400 familias viven en toda la comarca de la agricultura y de la ganadería.

La afectación del agua de riego provocó ya alegaciones de comunidades de regantes, pues la extracción del feldespato se puede hacer a 15 metros o más de profundidad y las corrientes de agua que alimentan la rica producción agrícola limiana quedarían seriamente tocadas.