Los padres de Laura Alonso no han tirado la toalla. La bofetada que supuso para ellos la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, TSXG, que rebajó la pena del condenado Javier Cruz de 18 a 15 años de prisión ha obtenido como respuesta un recurso de casación ante el Tribunal Supremo.

En un documento de 36 páginas la acusación particular representada por el letrado Alfonso Pazos ve hasta nueve motivos por los que, a su juicio, procedería la nulidad del fallo dictado por el alto tribunal gallego el pasado 7 de febrero.

El recurso cree que la resolución del TSXG incurre en diversas infracciones, entre otras cuestiones, porque "no motivó" su sentencia. El letrado destaca que no se expresa "clara y terminantemente cuales son los hechos que se consideran probados" para resolver que lo que ocurrió aquella noche de agosto de 2009 en Toén no fue un asesinato como determinó un jurado el pasado septiembre, sino un homicidio. Cabe recordar que el TSXG, en respuesta a un recurso de apelación formulado por la defensa de Cruz, rectificó la decisión del tribunal popular y revocó la alevosía.

Insiste el letrado en que el TSXG "se equivocó" al actuar como un tribunal de casación y no de apelación, que sería lo apropiado. Esto implicó que "no se revisasen las pruebas practicadas". Ni revisa los hechos, dice la acusación, "ni hace suyos los probados por el tribunal del jurado", lo que supone, a su juicio, un quebrantamiento de forma.

El recurso de casación presentado por Alfonso Pazos también trata de confirmar la existencia de la agravante de alevosía en el crimen, revocada por el TSXG. No entiende que el tribunal no entre en el análisis de los hechos pero se dedique en cambio a analizar las pruebas que llevaron al jurado a declarar la alevosía. Decía la sentencia del TSXG que el fallo del jurado podría haber estado predeterminado por la propia redacción del objeto del veredicto, que incluía "hechos susceptibles de ser probados y otros no", y que reproducía prácticamente la redacción del texto legal.

El letrado de la acusación particular señala que la propia defensa de Javier Cruz reconoció que la alevosía "ha sido abordada en forma amplia" por la sentencia del tribunal del jurado, y que el acusado "aseguró su acción (al provocar la muerte de Laura por estrangulamiento a lazo), habida cuenta de su superioridad física frente a la joven, que tenía un peso de 45 kilos frente a la corpulencia de aquel, con lo que poca o nula resistencia podría ofrecer frente a su ataque, llevado a efecto en un lugar apartado en el que nadie podía auxiliarla". Es decir, concluye Pazos, "reconoció que se dieron todos los requisitos que integran la alevosía".

El Tribunal Supremo deberá decidir ahora si admite a trámite este recurso. En caso afirmativo, el letrado ha pedido que se celebre una vista en la que comparezcan las partes.