La plantilla de Amencer Reciclado ha hecho de las protestas frente a la oficina del administrador de la empresa una rutina. Tras seis meses sin cobrar, una media de 2.500 euros adeudados a cada trabajador y el conflicto laboral en manos de la Ley Concursal, la plantilla no renuncia a su derecho de manifestación, aunque sea bajo la lluvia.