A Coruña y de Santiago, ambas del PP, desoyen las directrices del gobierno autonómico y sus alcaldes negocian directamente con las compañías. Negreira ya lo hizo el año pasado, dedicando 1,6 millones a estos acuerdos para captar vuelos para Alvedro. Le seguirá Currás, quien ante la posibilidad de que Ryanair deje Lavacolla tras el final de la ayuda de la Xunta, ya autorizó la gestión de acuerdos con aerolíneas a cambio de contraprestaciones, sean económicas o camufladas estas a través de acuerdos de promoción.