-Otero Pedrayo siempre fue un referente para usted: una figura que admira y venera.

-Yo le debo mucho a Ramón Otero Pedrayo. Otero Pedrayo fue muchas cosas para mí. Fue mi profesor, me dio clases y me examinó. Me educó en mi adolescencia, como profesor directo, como público de sus conferencias, de sus discursos, y como persona que lee su obra, que no he terminado de leer, porque la obra de Otero Pedrayo es infinita. Sus editores no se deciden a publicar su obra completa ni a recoger todos sus dispersos, lo cual constituye un escándalo. Por lo tanto, continúan apareciendo nuevos artículos, nuevos textos y nuevos poemas de Otero Pedrayo.

-Fue un profesor que cautivaba a sus alumnos, muy generoso, que daba aprobado general.

-Eso hizo que yo sintiera admiración sin límites por él.

-Otero Pedrayo conquistaba al alumno para la causa.

-Según los pedagogos, sería un pésimo docente. No les dejaba hablar a los alumnos, no les mandaba hacer trabajos, no les hacía evaluaciones, ni calificaciones, no formaba equipos y practicaba lo que los actuales pedagogos detestan: la lección magistral, felizmente, por eso enseñaba tan bien. Yo creo en la lección magistral.

-Usted ha comentado que en una ocasión le formuló la pregunta en un examen y luego aportó él mismo la respuesta?

-Ramón Otero Pedrayo le preguntaba al alumno de dónde era y qué río pasaba por la localidad de su procedencia. Yo le dije que había nacido en Ourense, por donde pasaba el Miño, el Barbaña, el río dos Muíños y el Loña. Y él siguió explicándome cómo eran esos ríos. La calificación fue de sobresaliente.

-¿Qué aporta como autor?

-Otero Pedrayo es una figura colosal, que dirigió la literatura gallega del siglo XX en todos los géneros: ensayo, prensa, novela, oratoria, poesía, teatro y derivados. Ramón Otero Pedrayo es una literatura entera.

-Pen Clube lo propone por séptimo año consecutivo como candidato al Premio Nobel de Literatura.

-Yo le doy las gracias a Pen Clube, como siempre, aunque va a ser imposible que me concedan el Premio Nobel de Literatura. Si no le concedieron ese premio a Ramón Otero Pedrayo cómo me lo van dar a mí. También le doy las gracias al jurado del Premio Otero Pedrayo y a las cuatro diputaciones gallegas, especialmente a la de Ourense, donde voy a recibir el galardón.