El sector crítico con el PP de Manuel Baltar espera que la lista que salga del congreso provincial del sábado en el que el único candidato será reelegido como presidente refleje el "criterio constructivo" que el dirigente ourensano pactó previamente, según ellos, con el líder gallego Alberto Núñez Feijóo. Es la clave que manejan los que en el cónclave de hace tres años apoyaron abiertamente la lista presentada por Juan Manuel Jiménez Morán. Existe un compromiso previo de enterrar el hacha de guerra y confían en que Baltar Blanco lo va a cumplir.

Este sector, que se ha desmarcado de la guerra abierta eludiendo presentar una candidatura alternativa (en parte también porque estaría predestinada a perder contra Manuel Baltar y nadie se atrevió a asumir otro fracaso), espera ahora que la lista "sea una reproducción clara de todo el partido". En este sentido, no les vale con que la ejecutiva provincial ya va a incluir como miembros natos a seis de los hombres que acompañan a Feijóo en la autonómica, por lo que esperan "algún nombre más que evidencie que no hay ningún tipo de división", según señala uno de los militantes del denominado sector crítico.

Desde el entorno de Manuel Baltar también se espera un congreso tranquilo que escenifique definitivamente la unidad de la que el presidente provincial presume desde que asumió el cargo. La lista sigue siendo una incógnita para toda la militancia pero algunos ya afirman que incluirá nombres del otro bando para evitar que se reproduzca una guerra interna que "no tiene sentido" en un contexto excesivamente convulso para la clase política y que también afecta al PP de Ourense, con su expresidente en pleno proceso judicial por supuesta prevaricación continuada, el alcalde de Baltar acusado de coacciones y amenazas, y el de O Carballiño imputado en la Operación Pokémon.

"Descafeinado"

El importante respaldo logrado por Manuel Baltar durante estos tres años ha podido con el sector crítico que apoyará al candidato en el cónclave con "normalidad" pero sin demasiada euforia. Será, dice alguno, un congreso "descafeinado".