La Audiencia ha condenado a tres años de cárcel a Antonio V.F., vecino de Viana do Bolo. Tendrá que devolver 73.000 euros a la esposa e hijos de su convecino, fallecido unos meses después de denunciarle en 2006. El condenado lo convenció de que podrían acceder a un "lucrativo negocio" si compraban maquinaria embargada a una constructora y que saldría a subasta judicial, para luego revenderla más cara a la empresa OHL "garantizándole importantes beneficios", según el texto judicial.

El acusado obtuvo de su vecino 73.750 euros en pequeñas sumas, siempre en metálico y a lo largo de cuatro años, sin recibos, a medida que entregaba a su víctima nombres de diferentes gerentes del grupo empresarial comprador, notarios, números de teléfono "y todo ello ficticio llegando incluso a presentarle a una persona como notario". Además simuló ingresos.

Los magistrados apreciaron asimismo una atenuante de dilación indebida por el tiempo transcurrido desde la denuncia en 2006. El abogado de la defensa indicaba ayer a la agencia Europa Press que recomendará al condenado que no recurra el fallo judicial.