Ourense se rindió ayer a la Premio Nobel de Química Ada Yonath que visitó la ciudad dentro del programa desarrollado por el vicerrectorado del Campus de Ourense con motivo del Día Internacional de la Mujer y con la colaboración especial de la Facultad de Física. La científica israelí es la cuarta mujer que ha conseguido el Nobel de Química por sus estudios sobre el ribosoma en una distinción otorgada en 2009 y compartida con sus colegas Venkatraman Ramakrishnan y Thomas A. Steitz.

Tras una intensa agenda que la llevó al Concello, donde firmó el libro de visitas, a la fuente de As Burgas, donde se quedó fascinada por sus aguas, y la sentó a comer con mujeres empresarias y profesionales de Ourense después de resolver dudas y compartir su conocimiento con alumnos de Secundaria e investigadores del campus, Ada Yonath cerró su periplo por la capital impartiendo una conferencia en el salón de actos del edificio Politécnico llamado "Marie Curie", precisamente el nombre de la primera mujer que recibió el Nobel de Química y uno de sus grandes referentes en la vida después de su madre. Allí llegó escoltada por la Real Banda de Gaitas, a la que no dudó en grabar con su teléfono móvil.

La científica, de 73 años, aguantó el ritmo al que la expusieron sus anfitriones atendiendo a lo "histórico" de la visita y lo hizo sin borrar la sonrisa de su rostro y sin dejar de preguntar. La curiosidad es precisamente la que le ha conducido al lugar que hoy ocupa en la ciencia y en la historia mundial. Su primer experimento, relató ante un salón de actos abarrotado, lo realizó en su casa cuando solo tenía cinco años. "Fui una niña muy curiosa en una familia muy pobre que no tenía nada que ver con la ciencia", explicó. Su curiosidad era tan simple como conocer que distancia había del suelo al techo en un apartamento minúsculo con un baño compartido por tres familias. Apiló muebles en el balcón y se subió a ellos pero cayo y se rompió una mano. Así, sus primeros pasos hacia el Nobel se ilustran con un brazo enyesado que simboliza el empeño que Ada Yonath puso en su vocación: "Si queréis ser científicos, haceos preguntas y buscadles solución", recomendó a los escolares. La ciencia, dijo, "enriquece y es divertida".

Su camino, de hecho, no fue fácil. Se enfrentó a momentos duros en su vida personal pero también en el camino de la investigación, donde su condición de mujer restó como obstáculo: "Quizás habría sido más fácil de ser hombre", dijo.

La científica también mostró su preocupación por los recortes que ha sufrido la investigación en España. "Estoy muy triste por lo que está pasando aquí, un país en el que se hizo un gran esfuerzo en educación e investigación y que yo he visto emerger en los últimos quince o veinte años, pero ahora está parado", lamentó deseando su recuperación.

Tras una jornada "llena de sorpresas", según ella la definió, Ada Yonath fue recibida en el campus universitario por el rector Salustiano Mato, autoridades políticas de la ciudad y la provincia, mujeres destacadas en diferentes ámbitos de la vida y la sociedad, investigadores y estudiantes universitarios.

Huyendo de los tecnicismos y con ilustraciones de libros infantiles, la reconocida científica explicó un trabajo de 20 años en los que ha investigado para entender como es la vida en el interior de una célula. Desde su especialidad de cristalógrafa descifró la estructura de los ribosomas para decodificar la información de los genes y sentar la base para el desarrollo de los antibióticos.