La concejal de Urbanismo recurrió ayer un un término cinematográfico, "la tormenta perfecta", para definir la "rebelión" en el modelo de gobernar que ha tenido que aplicar el actual gobierno local, para hacer frente al estado de cosas que se encontró el PSOE a su llegada al concello. "Un doble PXOM de urbanismo anulado por sentencia; el caudal de As Burgas afectado por unas obras que nadie denunció; cientos de millones perdidos para el concello por no cobrar a los promotores del 10% de cesión urbanística", apuntó.

Cree que detrás de las imputaciones judiciales contra ella en Urbanismo y contra la teniente de alcalde y edil de Benestar, "dos áreas banderas del gobierno local", están esas presiones de promotores que hasta entonces había tenido poder decisorio. "Sabíamos que habría gente con más medios económicos que el Concello que se iba a molestar". Aprovechó también para pedir al PP local que "deje de peregrinar para que nos retiren fondos y ayude".