La junta de gobierno de la Diputación Provincial de Ourense -una reunión presidida por el titular provincial José Manuel Baltar- aprobó ayer una declaración en la que solicita a Novagalicia Banco el estudio de todas las alternativas existentes para evitar el cierre permanente de oficinas bancarias en toda la provincia diseñado por la entidad nacionalizada dentro de la reestructuración que llevará a cabo en la red de oficinas y también en la plantilla tras recibir la inyección de 5.425 millones de euros procedentes de Bruselas. Esta reclamación de la administración provincial ourensana se produce después de que la supresión de 49 oficinas en toda Galicia afecte especialmente a Ourense, donde dejarán de operar un total de 18 si el plan de la entidad se consuma.

En este sentido, la junta de gobierno provincial manifestó en la sesión celebrada ayer "su preocupación" y solicitó a la entidad que "reconsidere el cierre de esas 18 oficinas en la provincia". Asimismo, la declaración subrayaba que la institución provincial "muestra su voluntad de colaborar" con Novagalicia Banco para analizar "conjuntamente fórmulas que mantengan la atención a la población de núcleos rurales", evitando así la "exclusión financiera" de determinados territorios, la mayoría del rural y centros de un servicio cotidiano para una población envejecida.

La Diputación de Ourense insta a Novagalicia Banco y a los ayuntamientos afectados a que "adopten decisiones necesaria, con la colaboración de los medios materiales que estimen necesarios", para impedir "el cierre permanente de estas oficinas", con lo que se impediría también que "se dejen de prestar servicios bancarios en el rural".

Ourense, con 18 sedes señaladas para desaparecer, es la provincia en la que se producirán la mayoría de los cierres diseñados por el banco para adelgazar su estructura. Según el plan previsto por la entidad, NGB se deshará de un total de 14 oficinas en los municipios rurales de Arnoia, Lobeira, Toén, Os Blancos, A Bola, Xunqueira de Ambía, A Merca, Quintela de Leirado, Rairiz de Veiga, Cenlle, Trasmiras, Baltar, Feás y Sandías.

Además, cuatro de las sedes que cerrarán permanentemente se encuentra en la ciudad de Ourense. El banco nacionalizado pretende suprimir las oficinas urbanas de la Avenida de Zamora, A Ponte, Barrocás y el Edificio Torrevía.