El turismo minero y geológico tomará impulso con el proyecto europeo Atlanterra en el que explotaciones de wolframio, arsénico o de oro en época romana y situadas en enclaves rurales poco accesibles de toda Galicia, serán señalizadas, estudiadas y promocionadas con otras semejantes de Portugal, Francia, País de Gales e Irlanda, para aprovechar su potencial económico.

Mientras el mapa se completa, la delegación gallega del Instituto Geológico Minero de España, (IGME), ya ha acordado otras acciones en lugares emblemáticos como las minas romanas de San Xoán de Río conocidas como "Os Biocos" ("buratos"), donde "en cuanto la climatología lo permita" se colocarán señales y paneles que darán a conocer su valor geológico, minero y arqueológico", según el responsable en Galicia del IGME, Ángel Ferrero.

Las minas de "Os Biocos", añade, aúnan el interés patrimonial de las minas romanas, su situación en la Vía Nova construida en el siglo I por los romanos para comunicar Braga y Astorga y transportar el oro extraído hacia Roma, y su peculiar situación en un enclave totalmente rural, de gran interés paisajístico y protegido por la Xunta.

La protección de "Os Biocos" es una recomendación del Centro Superior de Investigaciones Científicas que constató que permanecen visibles las estructuras mineras sobre la roca, con galerías abiertas de prospección y de evacuación de residuos, y marcas de punteros y picos "que no se han visto en otras minas romanas gallegas".