El escritor ourensano Francisco Xosé Fernández Naval agotó en menos de un mes la primera edición de la novela A noite branca, que cuenta la historia de un grupo de voluntarios de la División Azul que cruzaron Europa para participar en la II Guerra Mundial.

Un supuesto escritor encuentra una caja de membrillo, con cartas que un voluntario de la División Azul escribió en el frente del Este, entre junio de 1941 y julio de 1942. La novela intenta narrar, a través de cuatro voces, la historia del pelotón de ourensanos, que comparten con el hombre que escribe las cartas las vicisitudes de la contienda bélica.

El escritor descubre la foto de una mujer, la madre del divisionario -aparece en la portada del libro-, que ofrece sus reflexiones en un monólogo a lo largo de toda la novela. Paralelamente, el escritor investiga las evoluciones de los gallegos y ourensanos que participaron en la División Azul.

El monólogo de María Luisa es algo que conmueve profundamente a la mayor parte de los lectores de A noite branca.

El pelotón de voluntarios gallegos estaba formado por el sargento Grande, el cabo Rubianes y los soldados Constantino, Modesto y Alfredo. Y se unió a ellos el leonés Paco.