El director del Festival de Cine de Cans, Alfonso Pato, cree que el reconocimiento del Ateneo tiene que servir de "toque de atención" para la supervivencia de este tipo de certámenes. Acompañado en la recogida del premio (materializado en un bonsai) por otros miembros de la organización e incluso un vecino de la localidad, Pato señaló ayer que este evento no solo sirve de plataforma para los creadores del audiovisual gallego, sino que tiene un retorno socioeconómico en la localidad de Cans y en Porriño.

"Los festivales de cine son necesarios para acercar la cultura a la gente", sostiene, aunque reconoce que la batalla que libran cada año con las instituciones para conseguir ayudas económicas genera desgaste: "Lo que más desgasta es que aquí nunca hay una continuidad en la apuesta por los eventos consolidados, cada año es un sinvivir por si nos van a apoyar, si hay elecciones o cambios legislativos...". La clave del éxito de Cans, añade, "es no quedarse de brazos cruzados esperando a que la administración avance". De hecho, solo el 20% del presupuesto de este festival, que ronda los 90.000 euros, procede de la Xunta, Concello y Diputación, el resto son recursos propios y privados tratando de "depender lo mínimo" de la administración.