Las personas que quieran ser enterradas a lo grande, como Tutankamón o Alejandro Magno, deben acudir a Ourense. Funergal ofrece ataúdes de oro, plata y piedra para personas acaudaladas. Eso sí, los entierros deben ser íntimos, muy discretos, para evitar que luego las tumbas puedan ser asaltadas. Los primeros encargos ya han llegado de Rusia. Pero la fábrica que los confecciona en Piñor, Ataúdes Gallego, también intenta dar el salto al mercado americano y a varios países árabes. A los directivos de la compañía, no se les ha pasado por alto que el féretro de Michael Jackson también llevaba elementos del preciado metal.

El producto estrella de la feria es el ataúd construido por encargo para Rusia, dentro de la gama "Gold", con un diseño austero que cuenta con el visto bueno del cliente, que va recubierto completamente en pan de oro -hojas de oro de 24 quilates- colocado a mano. El interior está hecho todo de terciopelo de color azul, elegido por el futuro usuario, aunque también se encuentra disponible en blanco y granate. Lleva un armazón de madera de ceiba o formager importada de Costa de Marfil. Pero el gerente de la empresa, Víctor Gallego, explica que también se puede hacer con "castaño o cualquier tipo de madera que demande el comprador".

El objetivo que persigue Ataúdes Gallego con esta incursión en la fabricación de ataúdes de lujo es lograr la supervivencia de la empresa, que cuenta con 25 trabajadores, en estos complicados tiempos de crisis, sobreponiéndose a las embestidas de la competencia china. Y para ello no ha dudado en recurrir a la innovación ni en crear la etiqueta "Iberataud", en colaboración con otras firmas españolas.

Además de la línea "Gold", Ataúdes Gallego fabrica féretros para mascotas, como perros, gatos, conejos y pájaros, que vende por internet para todo el mundo. Y cuenta con otra línea de fabricación, de alta gama, de ataúdes de madera maciza, sobre los que coloca un relieve, denominado "El triángulo de la vida", del afamado artista Ángel Orensanz, ideado para que las familias los guarden en casa después del entierro.

El féretro bañado en oro que se muestra en Funergal ya está vendido. Ataúdes Gallego lo llevará a Rusia cuando termine la feria para entregárselo a su propietario, la persona que lo adquirió, tras supervisar el diseño y fabricación. Pero la empresa ourensana mantendrá el modelo. Víctor Gallego adelanta que se encuentran en condiciones para cubrir toda la demanda externa que se pueda producir. El precio se mantiene en secreto, por razones de seguridad y de tipo comercial. De todas formas, el gerente revela que "cuesta más que un coche". Por cierto, los féretros de plata también proceden de Ourense. Los fabrica Hijos de Luis Chao Sobrino en Ribadavia.

Dentro de la gama de lujo, la fábrica de Cea produce ataúdes de piedra, bajo la denominación "Stone". Los hace con pizarra de importación, con un grosor de cuatro milímetros, "para poder moldearla". Cuenta con un barnizado al agua y tapizado de algodón con encaje. Las primeras unidades también serán enviadas a Rusia.

Los modelos "Quebec" y "Alaska" están fabricados en madera, lacada externamente con un nacarado el alto brillo o satinado. Llevan asas doradas con porcelana y junquillos de decoración del mismo color. Están destinados a los mercados americano y ruso. La gama de lujo se completa con ataúdes de madera maciza, parte de los cuales tienen recubrimientos de piel sintética, explica Manuel Gallego.

Ataúdes Gallego dispone de cuatro modelos de féretros para mascotas, que se pueden comprar en la web www.ataudesparamascotas.com, de 40, 60, 80 y 110 centímetros, con precios que oscilan desde 119 a 175 euros, puestos en la casa del cliente. Todos llevan grabado en la tapa: "Te extrañaré". A pesar de que este tipo de producto no tiene tradición en este país, el responsable del departamento, Ángel Martínez, vaticina que "va a tener mucha aceptación", porque en España hay doce millones de mascotas.

También está llamando mucho la atención una moto Harley Davidson con sidecar, preparada como vehículo de transporte para llevar un ataúd. Lo que pretende el fabricante es "desdramatizar la muerte". La idea es que se puedan "personalizar los entierros, para que cada uno sea enterrado de una forma acorde con el modelo de vida que ha tenido". Por lo tanto, los moteros pueden decantarse porque lleven su féretro en una Harley Davidson y que pongan su música preferida en el entierro.

Dentro de las innovaciones, también se encuentran las lápidas con códigos QR, para que las personas que acudan a visitar la tumba al cementerio puedan acceder a la foto, grabaciones o a la biografía del difunto. Y también hay urnas hidrosolubles. Permiten que se puedan lanzar las cenizas de un cadáver al mar o al cauce de un río sin producir contaminación.

Funergal celebra su primera edición declarada como feria comercial internacional. Cuenta con 82 expositores, en un recinto de 8.000 metros cuadrados. Ha recibido la visita de importadores de Rusia, Alemania y Reino Unido. Y como elemento singular, hay que destacar que en este evento no falta la gastronomía. En la jornada de ayer había un jamón, dispuesto para cortar lonchas. Hoy tendrá una caldeira de pulpo trabajando de forma incesante.