La autovía de Celanova abrirá al tráfico en enero, con retraso sobre la fecha anunciada, pero tres meses antes de que finalice el período máximo de ejecución: concluye a finales de mayo de 2013. En un principio, la Unión Temporal de Empresas (UTE) adjudicataria pulverizó los mejores pronósticos, al apurar el destierro, la construcción de puentes y viales en un tiempo récord, por lo que la Xunta llegó a anunciar la posibilidad de que se inaugurara la infraestructura en el pasado mes de mayo. Pero a medida que fueron empeorando las condiciones económicas, los responsables autonómicas aplazaron la apertura primero para el final del verano y luego para finales de año. Y ahora, el delegado territorial de la Xunta, Rogelio Martínez, justifica la nueva demora, indicando que las lluvias de las últimas semanas "impidieron que se pudieran hacer los remates y el pintado de viales".

La fecha definitiva de la apertura de la autovía de Celanova la fijará el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, en el transcurso de una visita que realizará a Ourense "tan pronto se constituya el nuevo gobierno", explica Rogelio Martínez. Pero aclara que será "antes de que finalice el mes de enero de 2013".

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, renunció a realizar la inauguración en período preelectoral, porque "en esa época no se pueden hacer inauguraciones, pero además tampoco había esa prisa", porque el plazo de ejecución no finaliza hasta mayo de 2013, aclara Rogelio Martínez.

La autovía que comunicará Ourense con Celanova, como alternativa a la OU-540, está concebida para enlazar la A-52 con la frontera portuguesa. El primer tramo, entre Ourense y Celanova-Sur, fue aprobado el 23 de febrero de 2010. El 23 de abril se firmó la primera acta de comprobación de replanteo.

La infraestructura acortará el viaje a la villa de Celanova en siete kilómetros, por lo que se podrá cubrir el trayecto en tan solo quince minutos, en lugar de los 25 que son necesarios en la actualidad.

Los elementos de mayor complejidad de la vía son los viaductos de Rego do Porto, del río Arnoia y del río Orille, con 162, 200 y 74 metros, respectivamente. También cuenta con 13 pasos superiores, 16 pasos inferiores y 6 muros.

El día 26 de abril se inició el cómputo del plazo de ejecución de las obras, fijado en 25 meses. Todo el tramo se ha diseñado como autovía, mediante trazado nuevo, con una velocidad de cien kilómetros por hora. Tiene una longitud de 18.744 metros, cuatro carriles 3,5 metros, dos aceras exteriores de 2,5 metros y dos aceras interiores de 1,5 metros. La autovía fue licitada por 91.507.849,69 euros, más IVA, fijando un coste para las expropiaciones de terreno de 5.560.424,95 euros.

La construcción de esta infraestructura acercará a los vecinos de San Cibrao, A Merca, Celanova, Verea, Cartelle, Bande, Lobeira, Entrimo y Portugal a la ciudad de Ourense.

Se trata de una autovía de "peaje en la sombra". No tendrá coste directo para los automovilistas. Pero la Xunta tendrá que abonar a la UTE adjudicataria las compensaciones que corresponda, dependiendo del número de vehículos que utilicen la infraestructura, al acogerse a la fórmula de "pago aplazado" o "pago por uso".

A pesar de que la obra fue anunciada por la socialista María José Caride, Rogelio Martínez advierte de que el proyecto se hizo con anterioridad, "cuando Núñez Feijóo era conselleiro". Y se ejecutó durante su primer mandato, como presidente de la Xunta.