Desde Marrón Glace a los vinos biodinámicos, los dulces hebreos y la visita a las termas. Todo eso y mucho más han disfrutado, con la certeza de lo real, que no de lo virtual, los veinte bloggueros gastronómicos, pertenecientes al colectivo "Tapas & blogs", que han elegido Ourense dentro de esa visita que realizan cada mes a una ciudad española por la que son invitados, para conocer, probar, comprobar y luego divulgar sus peculiaridades gastronómicas en la red.

Llegaron el viernes, casi sin hacer ruido y tomaron el primer contacto con la ciudad, con un recorrido por la "ruta dos viños", dentro de un evento, que se realiza a través de la Concejalía de Turismo de Ourense. Más tarde hicieron un "after dinner", en locales de la zona antigua.

Pero el día fuerte fue ayer, tras la visita guiada por la ciudad, participaron en una jornada práctica en el auditorio, donde vieron cómo se prepara el "Pulpo Ouriensis" la nueva receta del cocinero Flavio Morganti; el vino biodinámica y luego Matilde González, gerente de Cuevas y Marrón Glacé, les explicó y convenció de las posibilidades de la castaña en la gastronomía.

Conocieron también, sin salir del auditorio, las delicias del pan de verdad, el Pan de Cea, antídoto contra las colonizadoras "baguettes" elaboradas en muchos casos con grasa animal y luego Tahona de Herminia, les permitió conocer los dulces hebreos con vino tostado.

Ayer algunos de los bloggueros, comenzaban a dar sus impresiones en la red. "Estamos en As Termas de Outariz, agua calentita para relajarse antes de la cena", señalaron.

El alcalde, Agustín González, quien se multiplica estos días en todos los actos con raudos cambios de chaqueta para no repetirse, al no tener aún delegadas las áreas de gobierno que llevaba el BNG, les acompañó en esta cita en el auditorio, conscientes de que lo que cuenten estos blogueros gastronómicos en sus blogs abiertos al mundo sobre Ourense "será la mejor promoción para la ciudad".

De hecho el 60% de los internautas siguen algún blog especializado y se ha comprobado que al menos un 30% de ellos han dejado de comprar un producto, en función de lo que le diga su bloguero "gurú".