"Sin sobresaltos y de forma escalonada". Así resumían ayer fuentes del Servicio Galego de Saúde (Sergas) la primera jornada de vacunación antigripal y antineumocócica en la provincia de Ourense, que no registró ni colas ni codazos para hacerse con las primeras dosis, pues "desde hace tiempo la llevamos a cabo de forma organizada y los beneficiarios deben solicitar cita previa para vacunarse".

Los 182 puntos autorizados, a través de los cuales el Sergas quiere llegar a más de 90.000 ourensanos en esta campaña de vacunación, abrieron sus puertas, para atender a los primeros beneficiarios de una dosis que, si bien no va a evitar en el cien por cien por cien de los casos que el paciente contraiga la gripe, "sí hará posible que los efectos de misma sean mucho más leves", explicó María Villar, jefa territorial de la Consellería de Sanidade en Ourense.

Durante la jornada de ayer sí hubo algunas colas, pero no en las consultas de enfermería sino en las mostradores de solicitud de citas, pues aumentó el número de personas que asistieron a sus centros de salud para solicitar día y hora para vacunarse antes de que ambos virus, los de la gripe y la neumonía les afecten. Pese a todo, el pico más fuerte de los casos se espera que se produzca entre los meses de enero y febrero, según las experiencias de años anteriores del Sergas.

Desde el primer día del inicio de la campaña de vacunación ya están dispuestas en todos los ambulatorios y centros autorizados para vacunarse cerca de 30.000 dosis para la primera fase de una campaña que se prolongará hasta el 14 de diciembre inclusive. Esto permitirá que se mantenga la situación de calma, al hacerse de forma escalonada.

Centros de salud como el de A Ponte recibieron ayer a los primeros pacientes que habían solicitado desde hace días cita previa para recibir la vacuna, al ser grupo de riesgo. En ese grupo están las personas mayores de 65 años; aquellos que pese a no alcanzar esa edad tienen una patología múltiple, principalmente de tipo cardiovascular; los profesionales que, por trabajar en profesiones en contacto con el público (especialmente los médicos y personal sanitario en general), pueden contagiarse o propagar más fácilmente la enfermedad; los jóvenes y niños que estén sometidos a tratamientos prolongados con aspirina.

La Consellería de Sanidade espera reducir hasta un 60 por ciento los efectos de estos virus con la administración de la vacuna y hará hincapié en la presente edición en el personal sanitario, al entender que el porcentaje de poco más del 26% de trabajadores del gremio que se pusieron la vacuna el pasado año, pese a la situación de riesgo que tiene esta profesión, está muy por debajo de la media de adhesión a la misma de los sanitarios del resto de la UE.