Un inicio de curso político rompedor, con un mensaje claro y de destinatario conocido. El alcalde de Ourense, el socialista Francisco Rodríguez, proclamó que, más allá de la lealtad al partido en el que milita, como regidor apoyará al candidato a la Xunta de Galicia que se comprometa con los proyectos de la ciudad. Y añadió la coletilla de que "espero que sea de mi partido", en alusión a Manuel "Pachi" Vázquez, elegido por aclamación el pasado fin de semana, y que además encabezará la lista por la provincia de Ourense, como así lo rubricó ayer la comisión permanente de la ejecutiva provincial del PSOE.

Las diferencias que mantiene Rodríguez con Vázquez, que se visualizaron en los últimos procesos internos, con apuestas en diferentes dirección, se colaron ayer de forma intencionada en la comparecencia del alcalde de Ourense que tenía como hoja de ruta manifestar sus intenciones y las del gobierno bipartito -en coalición con el BNG-, en lo que se refiere a las actuaciones prioritarias en el plano municipal, pero sobre todo dirigió duras críticas hacia la Xunta por los "incumplimientos" de los compromisos que había con la tercera ciudad de Galicia, y que le llevó a sentenciar que en los casi cuatro años del gobierno de Feijóo "ni un solo euro de inversión para la ciudad".

De ahí que considere que la decisión del presidente de la Xunta de adelantar las elecciones autonómicas al 21 de octubre es para Galicia, y sobre todo para Ourense "no demasiado malo", y posiblemente "lo único sensato que hizo ante la falta de proyectos e inversiones para la ciudad". Y de esa forma "se evita perder seis meses más con este gobierno -el del PP-- fracasado y sin ideas".

Es por eso que, una vez oficializado el recado al candidato socialista a la Xunta expresó que el deseo "de la inmensa mayoría" de la militancia socialista es que "se celebrasen primarias", el alcalde cambió de registro, y cargó contra la falta de voluntad política del actual Gobierno gallego, que se concreta en la "paralización" de proyectos fundamentales para la ciudad.

Así, subrayó la "paralización" del proyecto de ampliación del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), y cuestionó la presentación del proyecto "Hospital 2050", ya que no hay nada, así como los centros de salud de O Couto y el de O Vinteún, junto con otras infraestructuras que considera proyectos estratégicos para la ciudad.

Alta velocidad

Pero lo que lleva al alcalde de Ourense a sentirse "decepcionado" y también "insatisfecho", es el anuncio que hizo el presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, en lo que se refiere a la llegada del AVE a Galicia, que fija para 2018 en vez de 2015, como así estaba establecido. "Esto no hace más que confirmar la estrategia de paralización", y que desde el gobierno bipartito se venía denunciando". Y reprocha a la Xunta "el silencio cómplice" en lo que califica de "grave incumplimiento", que contrata con la postura "reivindicativa" que tenía con el anterior gobierno de la nación.

Un reproche y critica sobre el "silencio" de otros colectivos -personificados en la patronal ourensana y la Cámara de Comercio-, que antes de la llegada del Partido Popular al Gobierno de España "estaban a todas horas exigiendo el cumplimiento del Pacto del Obradoiro, y ahora que se cambia la fecha de llegada, nadie dice nada", y lo que considera pero, se asume con normalidad.

Pero lo que más preocupa al alcalde, y que le lleva a denunciar la "discriminación" hacia la ciudad, es que por parte del Gobierno central se "insista" en destacar en el "esfuerzo" por licitar todos los tramos del AVE de la línea Lubián-Ourense, pero "no se hable" de la integración urbana, que se concreta con la variante exterior aprobada por el anterior responsable del Ministerio de Fomento, José Blanco.

Ante esta situación, Francisco Rodríguez aseguró que una de las exigencias que planteará el gobierno bipartito pasa por un convenio urbanístico para la integración del AVE en la que debe incluir el traslado de la actual estación de autobuses, que se encuentra en la zona de O Pino, a la futura estación intermodal de la alta velocidad, en A Ponte.

Precisamente sobre la estación intermodal, proyecto del arquitecto Norman Foster, ganador del concurso convocado por Adif, el alcalde tienen algo más que dudas sobre su futuro. Por lo de pronto señaló ayer que "no existe compromiso de ejercutarla en plazo", al igual que sucede con el tramo de entrada.

Un plan de actuación "intenso" para impulsar el desarrollo de Ourense, pero con otro gobierno en la Xunta

Lo que anunció el alcalde es que el gobierno bipartito tiene un plan de actuación "intenso" para impulsar el desarrollo de la ciudad, aunque aclaró que con "otro gobierno y otro presidente en la Xunta" que contemple como una prioridad los proyectos que expuso en su comparecencia.

Así, puso especial énfasis en las actuaciones previstas a ejecutar en el BIC (Bien de Interés Cultural) de As Burgas, tanto en la rehabilitación de inmuebles para apartamentos turísticos-termales, el Centro de Interpretación, pero sobre todo el concurso público del que será el futuro hotel-balneario en el edificio de la antigua prisión provincial.

La previsión que maneja el Concello de Ourense, y que daba a conocer el alcalde, es que en el primer semestre de 2013 el proyecto pueda iniciar su andadura para ser una realidad dentro de esa apuesta que asegura tiene por poner en valor la riqueza termal con que cuenta la ciudad.

También espera que a corto plazo se puedan proceder a la apertura del antiguo edificio del Banco de España, que albergará la sede del Catastro, y el Concello pueda disponer de la planta principal, como así se rubricó en el acuerdo firmado con el gobierno Central.

Lo que también espera el alcalde es que por fin se puedan finalizar las obras del claustro de San Francisco, y pueda ser visitado, junto con las infraestructuras que conforman ese espacio cultural, como son la Biblioteca Pública y el Archivo Provincial.

Aunque lo que es realmente importante, sobre todo por la situación actual, es que en el próximo mes de octubre el Concello de Ourense recibirá el proyecto del nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), después de que fuese anulado el de 2003 y se cuente con una ordenación urbanística provisional aprobada por la Xunta, y de esa forma iniciar todo el proceso administrativo para su aprobación definitiva antes de que finalice el mandato.