Fue subdirector de gestión en la Dirección Xeral de Obras Públicas, director general de Educación y director general de la Consellería de Sanidade de la Xunta de Galicia, gerente de la empresa Arrendamientos y Promociones Inmobiliarios de la Comunidad Autónoma de Madrid y consejero delegado y director de Tragsa. En el ámbito privado, creó la ingeniería IG y se hizo cargo de la dirección de Isolux Corsán. En octubre de 2010 lo fichó para la política el entonces presidente de la Diputación y del PP de Ourense, José Luis Baltar, con la intención de que fuera diputado, pero su hijo, Manuel Baltar, le pidió que concurriera en la lista de Rosendo Fernández a las elecciones municipales, como candidato a concejal del Concello de Ourense. En las últimas elecciones generales ganó el acta de diputado. En estos momentos se encuentra en el ojo del huracán, tras declarar: "Gano unos 5.100 euros al mes y las paso bastante canutas".

-A usted como gestor le iba mejor la vida. ¿Por qué decidió dar el salto a la política?

Tiene toda la pinta de que sí, pero la verdad es que siempre tuve esa inquietud. A lo mejor estando quieto ganaba más. Mi intención era echar una mano, para ayudar a que las cosas vayan mejor.

-¿Se arrepiente de haber dado ese paso?

Hoy casi sí... Estoy lo suficientemente fastidiado y jorobado como para arrepentirme.

-¿Comprende la mala imagen que pueden tener o transmitir los políticos?

Probablemente nos lo busquemos nosotros solos. En estos momentos estamos bastante desprestigiados. No conseguimos transmitir otra imagen. La mayoría de la gente que se dedica a la política lo hace con un gran esfuerzo y sacrificio, pero lo cierto es que la imagen que nos estamos labrando no es buena. Y probablemente lo que hice yo con esa entrevista tampoco ayuda mucho. Soy consciente de eso.

-¿En qué están fallando los políticos?

No lo sé.

-¿Falta que hagan política a ras de suelo?

Quizás sea esa una de las razones. Es posible que vivamos encerrados en nuestras cosas, en el ámbito del Parlamento, y como hoy hay un problema feroz, que es el paro, la falta de trabajo y la falta de recursos, eso se lo lleva todo. La gente no termina de ver que seamos capaces de solventar ese problema. Eso hace que poco a poco nos vayamos distanciando de la gente.

-¿Con la vorágine diaria, el árbol no les deja ver el bosque?

Puede haber algo de eso. Se nos olvida que los problemas de la gente son otros y son mucho más cercanos. Yo no tengo ninguna duda de la buena intención que tiene en Gobierno de solucionar los problemas.

-La sociedad española está viviendo un auténtico drama por el nivel de paro, que preocupa a los principales motores de la economía europea, como Alemania y Francia, e incluso a Estados Unidos. Solo en Ourense hay 30.000 personas sin empleo. Dentro de ese contexto, ¿a usted lo ha atropellado el tren del paro, por una frase desafortunada?

Yo me refería a una situación personal, pero leído como tal y sin querer entenderlo, en otro contexto, ¿cómo no voy a entender que eso puede herir sensibilidades? Yo lo lamento profundamente. No sé cómo transmitir y explicar el dolor y la pena que siento porque se haya malinterpretado una frase. La culpa ha sido probablemente mía. Solo puedo pedir perdón y disculpas, por si a alguien le ha molestado o le ha ofendido. No se me ocurre otra cosa. Esta es una situación muy complicada para mí y muy fastidiada.

-¿Esto va a tener consecuencias?

Estoy sopesando la posibilidad de presentar la dimisión, porque me he equivocado; los parados sufren un verdadero drama. Es una obviedad decir que los 30.000 parados que hay en Ourense lo están pasando mucho peor que yo. Pero la verdad es que en la frase de que las estaba "pasando canutas", a pesar de que gano 5.100 euros al mes, yo explicaba una situación y una coyuntura personal, en un determinado momento y en una determinada circunstancia. Claro, si eso se extrapola al ámbito general, molestas y ofendes a mucha gente, por eso solo me queda pedir disculpas.

-¿Tiene fuerzas para aguantar la presión?

Hoy tengo un día muy complicado. Tengo que tranquilizarme, serenarme, para pensar lo que hago. Las cosas tienen que enfriar. Todavía no estoy en condiciones de tomar una decisión de ese tipo.

-¿Puede presentar la renuncia en las próximas horas?

Lo voy a pensar seriamente.

-¿Ha tenido muchas amonestaciones del PP?

No, no.

-¿Tuvo más llamadas de reproche o de solidaridad?

En general, de solidaridad. Es verdad que he recibido correos muy duros, he tratado de contestarlos todos, pero llegadas estas circunstancias, uno descubre que tiene muchísimos amigos. Gente que me conoce desde hace mucho tiempo y sabe cómo soy. Ese ha sido uno de los pocos consuelos que he tenido hoy.

-¿Ahora comprende mejor la frase de que es fácil hacer leña del árbol caído?

Sí, mucho.

-Teniendo en cuenta su trayectoria profesional anterior, usted está perdiendo dinero en la política. ¿A usted le compensa permanecer como diputado?

Eso no se sabe, porque a ver ahora dónde? Eso está por ver.

-Su calidad de gestión, no se va a medir por una frase. ¿Teme que lo demonicen y lo aparten?

Ya no lo sé.

-Como el rey don Juan Carlos, usted diría: "¿Lo siento, me he equivocado, no volverá a ocurrir más?"

El rey está muy por encima de mí. Yo simplemente les pido perdón. Lo lamento mucho.

-¿Lo siente más por el partido o por la sociedad?

Por la sociedad, sin ninguna duda. Mi única preocupación es por la gente que he molestado.

-¿Tiene pendiente algún contacto o reunión con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, o con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo?

No creo ser tan importante como para eso.

-Sin duda, usted ya sabe lo que es sufrir en la vida.

Esto me llega bien.

-Pero ya ha pasado tragos peores, como el secuestro y posible muerte de su padre en Valença do Minho (Portugal), el constructor Guillermo Collarte. Como dice su hermana Berta, "es duro no tener un lugar a donde irlo llorar".

La desaparición de mi padre fue algo muy duro, y esto lo está siendo también.

-¿Ya se hicieron a la idea de que ha fallecido, porque lo mataron o no pudo aguantar la presión del secuestro?, teniendo en cuenta su estado de salud y su edad.

Sí, eso está claro.

-¿Tienen la esperanza de que se puedan encontrar sus restos algún día, 13 años después de su desaparición?

Ojalá, pero no tengo demasiadas esperanzas, sinceramente.

-¿Es posible que sus restos descansen bajo la cimentación de un edificio que se estaba construyendo en Valença do Minho?

No, yo creo que no.

-¿Cómo va el tema judicial?

Eso lo lleva mi hermana Berta.

-¿Le sugiere algo la frase: nunca ha llovido que no escampase?

Esperemos que sea así.