La provincia de Ourense y concretamente los concellos de Arnoia y Leiro, con casi 41 grados, alcanzaron ayer las temperaturas máximas de toda Galicia, en una jornada tórrida, en la que se mantuvo la alerta amarilla y el propio Servicio Galego de Saúde en Ourense, se vio obligado a emitir una circular de prevención para evitar posibles cuadros producidos por los golpes de calor y la deshidratación en una provincia altamente envejecida.

"Últimamente tenemos las máximas gallegas, pero en mi pueblo no hay ni deshidratación ni golpe de calor, estamos muy acostumbrados y la gente no hace locuras: cuando hace calor se pone a la sombra y listo", bromea José Camilo Fariñas, alcalde de Arnoia y vecino además de Remuiño, el núcleo rural de ese municipio que rozó ayer la máxima gallega con casi 41 grados.

Este concello fue junto con Leiro, otra comarca vitivinícola que ayer rondó los 41 grados, los que alcanzaron las máximas gallegas, seguido en la provincia con la ciudad de Ourense, donde se superaron los 40 grados en su casco urbano, y los termómetros amedrentaron a los escasos viandantes que atravesaron la ciudad a hora punta de calor, pues registraban hasta 47 grados, una temperatura irreal, dado que esos saltos se producen por la sobresaturación de los termómetros por su permanente exposición de los mismos al sol.

Ourense se situaba así ayer entre las 24 provincias españolas del interior peninsular y Canarias en alerta amarilla por temperaturas que podrían rondar los 40 grados de máxima, según la predicción de la Agencia Estatal de Meteorología.

También se registraron ayer máximas de 36 grados en Verín y 37 en O Barco, que irán descendiendo en toda la provincia de forma gradual hasta el sábado, fecha en la que se estancarán en los 25 grados de Verín y los 29 previstos para el viernes en la ciudad de Ourense.

Eso será entrado el fin de semana, pero ayer el calor no dio tregua, y los vientos flojos de componente cálido aumentaron la sensación térmica en el centro urbano, por lo que fueron una vez más las orillas fluviales, en menor medida las termas y las piscinas públicas de toda la provincia, las que registraron el lleno en un mes en el que, a causa de la inestabilidad climática registrada hasta ahora, todavía no se produjo el éxodo masivo de ourensanos a las playas.

Por eso fueron miles los vecinos de la ciudad que se desplazaron ayer a las orillas del Miño en O Tinteiro, a la Playa de la Antena y sobre todo al complejo fluvial y gratuito de Oira, para mitigar las consecuencias de un verano que se hizo esperar pero que comienza a hacer parada y fonda en Ourense, con la virulencia habitual.

La Gerencia de Gestión Integrada de Ourense, Verín y Barco de Valdeorras, que dirige Eloína Núñez se vio obligada a emitir un comunicado para evitar ingresos innecesarios en urgencias provocados por golpe de calor o deshidratación, especialmente peligrosa esta última en el caso en personas mayores y patologías crónicas.

Agua y cremas de protección

Es fundamental, según el Sergas, beber agua de forma abundante y utilizar cremas de protección solar, con un índice 15 o superior, para hacer frente a las altas temperaturas que registra hoy gran parte del interior de Galicia y especialmente la provincia de Ourense.

El Sergas recomienda, también beber agua o zumos de frutas, aún cuando no se tenga sed, y evitar las bebidas calientes y alcohólicas. Las comidas ligeras ayuda también a mantener la temperatura corporal.

Si se opta por pasar las peores horas de calor en casa, el Sergas sugiere bajar persianas y darse una ducha durante las horas de más calor así como poner ropa ligera y evitar cualquier tipo de aglomeraciones. Si hay que estar al sol, el consejo es utilizar sombreros y parasoles, evitar realizar esfuerzos físicos innecesarios y no llevar a personas de avanzada edad o bebés a la playa o zonas de baño en días de mucho calor.