La historia está en venta en Galicia. Los pazos o palacios y casas solariegas del siglo XVI al XVIII y en algún caso con escudos de rancias estirpes nobiliarias, que forman parte del paisaje arquitectónico de Galicia, engrosan, como si de un piso cualquiera se tratase, la listas de propiedades inmobiliarias en venta y a unos precios, que se han devaluado en algún caso mucho más que una vivienda convencional, hasta situarlos en el cincuenta por ciento de su valor.

De 360.000 a 700.000 euros, es posible comprar la historia de Ourense. Pazos rodeados de superficies de más de veinte hectáreas, en la confluencia del Miño-Sil como ocurre con el de A Seara. Residencias solariegas convertidas en casas rurales, con capilla, instalaciones de recreo y piscina que unen tradición y modernidad, pero cuyos ingresos hosteleros no han permitido mantener una propiedad legada desde varias generaciones atrás.

"Si sobrevivir a la crisis es duro para cualquiera, los propietarios de este tipo de viviendas se enfrentan en ocasiones a gastos de mantenimiento que están por encima de sus posibilidades y eso les obliga primero a ir vendiendo parcelas para poder reparar el pazo y mantenerlo en pie, y en otras ocasiones a deshacerse directamente de toda la propiedad", explica Benito Iglesias, presidente de la Asociación de Empresarios Inmobiliarios de Ourense, Adeido.

Nórdicos y familias con economías saneadas procedentes de Madrid y otras comunidades geográficamente más desérticas que la gallega, suelen ser los destinatarios de este tipo de propiedades, que vienen a Galicia y en concreto a Ourense, "buscando un tipo de vivienda noble, un paisaje y una gastronomía únicas, que no tienen en sus comunidades o países de origen", explica Benito Iglesias, presidente de la Asociación de Empresarios de Inmobiliarias de Ourense, Adeido.

En las páginas de inmobiliarias de Ourense pueden verse a la venta pazos como el de Turbisquedo, del siglo XVII y dedicado a turismo rural. El Pazo de A Seara, en Nogueira de Ramuín, fue propiedad del famoso linaje de los Ulloa Somoza y lo rodean 20 hectáreas (algo así como veinte jardines del Posío juntos, por poner un ejemplo). Su precio aparentemente astronómico ronda los 700.000 euros, pero antes de la crisis podría superar el millón de euros.

El precio es además negociable, algo que se incorpora siempre como un aviso para compradores en crisis. A ello se suman el pazo de Manzaneda, el de Sandiás del siglo XVI el de Esponsende en Ribadavia.

La lista es interminable y en el camino han ido cayendo ya letreros por venta a los más variopintos dueños e inquilinos. No hay que olvidar que el de A Mezquita es ya un pazo en alquiler con derecho a compra que está en manos del exbanquero Mario Conde.

Precauciones

Según Benito Iglesias, dos cuestiones inciden en este tipo de ventas del patrimonio arquitectónico gallego, a precios tan devaluados: "El abandono del rural, que hace que estos núcleos vayan quedan marginados, y el costo de mantenimiento, pues no todo el mundo puede costear el recibo de calefacción de calefacción de estas viviendas".

Advierte que siempre se asesore la compra con un profesional pues "es importante comprobar el título de propiedad, si está libre de cargas y sobre todo que no esté arrendado". Según el presidente de Adeido, "muchos de estos pazos están arrendados y si se vende, el antiguo arrendatario sigue manteneniendo sus derechos, e incluso puede exigir quedarse con el pazo al mismo precio que el que lo compró".