El grupo de Acción Ecologista Outeiro denunció los vertidos sólidos tóxicos que de forma casual detectó en la calle que une el centro de salud de O Carballiño con Fontela. Se trata de unos 300 kilogramos en polvo, acumulados en cuatro montones diferentes y, por la diferente coloración, sospechan que se trate de algún plaguicida con componentes como el azufre.

Pusieron los hechos en conocimiento de la Guardia Civil, que envió hasta ese lugar dos patrullas, así como el jefe de la Policía Local de O Carballiño, junto a agentes del Seprona que procedieron a la recogida de muestras para su análisis.

Por parte del colectivo ecologista Outeiro indicaron que a tres metros la vaporización del vertido provoca irritación de las mucosas respiratorias. Advirtieron que en ese mismo lugar se podían ver las marcas circulares de 50 centímetros de diámetro, pertenecientes a bidones en donde pudo haber estado alojado el producto y denuncian que este vertido está localizado en la margen de una vía pública transitada y a una distancia de 60 metros del río Carrás, lo que consideran que supone un problema por contaminación ambiental.