Árbitro en competiciones infantiles y juveniles de fútbol sala, un fijo en los torneos de la Casa da Xuventude de Ourense, voluntario en el servicio de Protección Civil en una época anterior, antiguo colaborador de la perrera municipal y habitual en los entornos deportivos y lúdicos de niños y adolescentes desde hace años. Una operación policial contra la pedofilia que trascendía ayer ha sacado a la luz pública la otra vida de, Alfonso C.C., apodado a sí mismo "Pirulo", un nombre del que hacía gala en las redes sociales y de contacto de internet para buscar relaciones.El joven ourensano de 27 años intentó captar con intenciones pedófilas a dos menores de la ciudad a los que amenazaba para conminarlos a quedar con él o a enviarle fotografías.

La Policía Nacional lo arrestaba el pasado 19 de marzo después de cotejar dos denuncias que han revelado el amplio historial de antecedentes del sospechoso con corrupción de menores que ahora se le imputa. El ourensano tiene actualmente trece órdenes de alejamiento de menores pero, a pesar de ello, tras ser arrestado únicamente permaneció unos días en la prisión provincial de Pereiro de Aguiar. "Solo dos, hasta que vieron que no había nada", según recalcaba ayer su madre en una conversación por teléfono. "Si no te rajo", le dijo a una de esta variedad de víctimas según fuentes jurídicas en el proceso. "Allá tú, voy a decir que eres gay", espetó a otro.

Alfonso, al que también conocen con el apodo de Sito, se acercaba con frecuencia a lugares públicos como la Plaza de San Antonio de la ciudad o una conocida sala de juegos para adolescentes en plena calle del Paseo. El presunto pedófilo se prodigaba y se ofrecía en varios foros de contactos de internet, donde acostumbraba a revelar dirección, nombre completo, números de teléfono y fotografías con el torso desnudo, así como en la red social "Tuenti", que trasladó la voz de alarma a la Policía Nacional tras la denuncia de un menor de 17 años, que presuntamente fue víctima del acoso y amenazas del detenido. "Lo que quería era un encuentro sexual en el patio del colegio y si no accedía, le amenaba con que le ocurriría lo que a otros", explicó ayer un efectivo de la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT) de la UDEF Central de Madrid, que asumió esta operación en colaboración con los grupos de atención al menor y de servicio a la familia de Ourense.

Casi a la par, la Comisaría Provincial recibió otra denuncia que encajaba con los mismos hechos. En este caso, el progenitor reveló que su hijo de 15 años estaba recibiendo peticiones sexuales a través de mensajería instantánea por el móvil. Los investigadores comprobaron que ese número del acosador coincidía con el que el sospechoso revelaba en las redes. Alfonso, supuestamente, le reclamó fotografías a este adolescente con amenazas de que le pegaría.

La UDEF cree que el ourensano "estaba desesperado por lograr un contacto sexual" que, según la Policía y otras fuentes, no llegaron a consumarse. El joven, que vive con sus padres, fue enviado a su breve estancia en prisión por la reiteración delictiva. Además de las medidas judiciales en vigor, cuenta con antecedentes por amenazas, robo con violencia y contra la libertad sexual. La Policía registró la vivienda familiar del imputado y se incautó de una cámara, siete cintas de vídeo, una cinta de memoria, un MP4 y cinco CD que están siendo analizados. No apareció el móvil. El detenido, según la versión oficial, dijo que se había desprendido de él por miedo a ser detectado por la Policía.

En la Casa da Xuventude, al detenido no le conocieron problemas de esta índole tras años de contacto con menores y jóvenes. De su labor de voluntariado no guardan un gran recuerdo ni en el servicio de Protección Civil ni en la perrera pese a que, el día del gran incendio de agosto de 2011 que sitió la ciudad y puso en peligro la vida de los animales, se acercó en la extinción.

Sus sueños: pitar en Primera y concursar en televisión

"Hola me llamo alfonso pero mis amigos me llaman pirulo soy un tio de putisima madre pero soy el mas loko de ourense" (sic). Con mensajes de toda clase, el imputado ha dejado un rastro tras de sí en varios foros de internet donde se publicitaba a sí mismo para entablar relaciones y lograr contactos. "Quiero quedar con un chico entre, 18-24 años", sugería en uno de los portales que todavía permanece en la red. Dentro de la labor de investigación, la Policía localizó sus perfiles y salvaguardó la información para que el presunto corruptor de menores no destruyera los mensajes. En la red tiene presencia más allá de lo que le enfrenta a la justicia. Alfonso C.C. dejó dos mensajes pidiendo poder concursar en dos conocidos realities de televisión nacional. El imputado también deja patente su pasión por el deporte y el arbitraje. Su sueño, la élite del balompié. "Quiero pitar en Primera División". Entre su música preferida, la del grupo infantil 3+2 que salió a la fama del show de televisión "Eurojunior".