La Diputación de Ourense ha invitado a los 92 concellos de la provincia a cubrir los datos de una encuesta, para elaborar, antes de la llegada del verano, un mapa de riesgos que permita detectar todos aquellos núcleos que tienen deficiencias en el abastecimiento de agua, y pueden quedarse sin suministro en el caso de que persista la sequía y para brindarles, si fuera necesario, apoyo técnico para buscar nuevas captaciones.

Según Plácido Álvarez, portavoz del grupo de gobierno de la Diputación de Ourense, "enviamos hace días el modelo de esa encuesta a cada uno de los municipios de la provincia, algunos incluso ya nos han contestado aportando los puntos y núcleos más problemáticos en cuestión de abastecimiento, y con esos datos podremos crear nuestro mapa, diseñar un plan de actuación y adelantarnos a los problemas antes del verano".

Nuevas captaciones

La intención, una vez detectadas las zonas en las que se producen cada año los problemas más acuciantes de abastecimiento, y para evitar la posibilidad de tener que hacer uso de cisternas con agua potable, como ocurrió el año pasado "es apoyar a aquellos municipios que no tengan medios con máquinas retroexcavadoras para buscar nuevos manantiales y mejorar la cantidad del abastecimiento", explica el portavoz de la Diputación.

Hace unos días, la Diputación convocó precisamente a los ayuntamientos para abordar la política de gestión del agua de consumo en sus concellos, racionalizar el gasto, y apostar por la sostenibilidad y salubridad de los suministros.

En ocasiones, el problema no se produce porque en ese municipio haya falta de manantiales, "sino porque estos se encuentran en terrenos de propiedad privada, y su dueño se niega a ceder una parcela con abundancia de agua para uso público, porque priorizan la utilización de esa agua para riego, es decir para uso agrícola y no para el consumo y el abastecimiento de las viviendas, una mentalidad que tendrá que empezar a cambiar".

Concellos problemáticos

Los concellos que resultaron más afectados el pasado año debido al escaso caudal registrado el pasado el verano y que precisaron la ayuda de cisternas para garantizar el abastecimiento domiciliario fueron Boborás, Castro Caldelas, Cortegada, Chandrexa de Queixa, Paderne de Allariz, A Teixeira y Quintela de Leirado,

Suelen tener además problemas de abastecimiento menos graves, pero que obligan, como ocurrió el pasado año a aplicar restricciones, otros núcleos pertenecientes a trece concellos de la provincia, los de Baltar, Beariz, Carballeda de Avia, Entrimo, Melón, Padrenda, Piñor de Cea, Punxín, Pobra de Trives, Ribadavia, Parada do Sil, San Cristovo de Cea y Sarreaus. Las escasas precipitaciones habían obligado a adoptar adoptar restricciones.

Mientras tanto el Parlamento de Galicia apuesta también por la prevención, y debatirá esta semana una proposición no de ley del propio Partido Popular gallego, en la que insta a la Xunta a realizar una campaña de concienciación y raciocinio del consumo de agua, que se hará a través de los concellos como instituciones más cercanas a los ciudadanos, en tanto no se llegue a niveles de altura óptimos en los embalses.